Toros

Triunfo del cartel para un público sin exigencias

  • Manuel Díaz, Padilla y El Fandi salen a hombros del coso de Priego de Córdoba tras una corrida en las que las reses contribuyeron a redondear el resultado

GANADERÍA: Toros de Julio de la Puerta. Justos de presentación y de juego aceptable para los toreros. Los mejores los lidiados en tercer y cuarto lugar. El peor el primero, parado y soso. TOREROS: Manuel Díaz 'El Cordobés', (celeste y oro) Ovación con saludos tras petición y dos orejas.; Juan José Padilla, (azul marino y oro) Dos orejas y oreja con petición de la segunda. David Fandila 'El Fandi', (negro y azabache con los golpes de oro) Dos orejas y oreja. Incidencias: Plaza de toros de Priego de Córdoba. Corrida de toros con motivo de la Feria Real. Tres cuartos de plaza en tarde de temperatura agradable. Al finalizar el festejo los tres espadas abandonaron el coso a hombros.

La fiesta de los toros vive unos momentos difíciles. Cada vez hay menos aficionados. El gran público, motivado por la crisis, se aleja de las plazas. Esto hace que lo vivido ayer en el coso prieguense tenga sus notas positivas. Notas que se traducen en que el público, aficionado o no, acudió a la plaza, y sobre todo, se divirtió sobre manera con lo ofrecido por los actuantes. De seguro, motivados por esa diversión, muchos volverán el año que viene y con una poca de suerte pueden a la larga hacerse entendidos en esta fiesta tan nuestra y tan maltratada en la actualidad. Ya llegara la hora, si la afición prende de verdad en ellos, que reclamen un toro serio, íntegro y encastado, así como su exigencia con los espadas sea mayor que es en la actualidad. Todo se andará con el tiempo.

Abrió cartel El Cordobés. Manuel Díaz es un torero que no engaña a nadie. Hace lo que sabe y así lleva muchos años en el escalafón. Nada censurable al rubio torero de Arganda. Tuvo un lote dispar. Su primero, el peor del encierro, no fue el toro que le permitiera hacer su toreo. Mejor estuvo en su segundo, donde cuajó un trasteo con una ortodoxia poco habitual en él. Luego, en las postrimerías, llegó el toreo que el público le exige y que tras una contundente estocada le permitió cortar dos orejas.

Juan José Padilla es un caso digno de admiración. La superación del torero jerezano es ejemplar. El percance le habrá marcado físicamente, pero no anímicamente. Banderilleó los dos toros con su habitual solvencia y muleteó con el estilo que le ha llevado a tener el reconocimiento de público, aficionados y profesionales. En el quinto recibió al toro con el capote, picó, quitó, banderilleó, toreó de muleta y mató a estoque. La lidia total "versus Padilla".

Cerraba el cartel el granadino El Fandi que es un torero muy querido en Priego. Fandi estuvo en su línea habitual de torero poderoso y dominador. A su primero, uno de los dos mejores toros de la tarde, le hizo una faena interesante donde cuajó buenos muletazos al natural. En ocasiones dio la impresión de no terminar de romper con el buen toro, pero realizó una faena de buen gusto. En su segundo volvió a ejecutar el toreo con su particular visión del mismo y que le permite gozar con la complacencia del público.

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