Hoy en día, cuando los toros son un negocio asentado, como segundo espectáculo de masas en España, donde mueven un volumen de unos 1.500 millones de euros anuales, adentrarse en el embrión de la profesionalización del sector supone un viaje apasionante por la historia de la tauromaquia.

La obra El mercado taurino en los inicios de la tauromaquia moderna descubre esas relaciones económicas durante los siglos XVIII y XIX. Número 16 de la colección Tauromaquias, es un ensayo en el que su autor, Antonio Luis López Martínez, profesor de Historia Económica de la Universidad de Sevilla, examina aspectos que acompañan a los festejos taurinos, enlazando toda la actividad mercantil que los rodea.

Así, abarca desde los toreros, los empresarios y los apoderados, hasta profesionales relacionados con otras parcelas, como asentistas de cuadras de caballos, entre otras. Además de estudiar al organizador de los espectáculos, nos encontramos con el diestro y jefe de filas como empresario de su cuadrilla, una figura que ha llegado hasta nuestros días y que está siendo muy debatida. Desgranando este ensayo llegamos, como el autor, a la conclusión de que todos los representantes taurinos de la citada época se concentran en determinadas ciudades, como sucede con Sevilla; por otra parte, la más estudiada por el autor. De hecho, en la archiconocida calle Sierpes se resolvían multitud de contratos de toreros y ganaderías.

Asimismo, centra su atención en el aspecto de las ganaderías de lidia, principalmente sevillanas y andaluzas; un apartado que conoce perfectamente el ensayista y que trató, en 2002, en su obra Ganaderías de lidia y ganaderos. Historia y economía de los toros de lidia en España, dentro de esta misma colección. Por último, un apéndice documental y varios gráficos enriquecen enormemente la obra.

Aunque el estudio está centrado en Sevilla y la plaza de toros de la Maestranza, sirve perfectamente para entender las relaciones que existían en esta época entre los incipientes sectores taurinos anteriormente señalados, cuyas pautas fueron bastante parecidas en el resto de cosos de máxima categoría y que supone, como el título recoge, el mercado taurino en los inicios de la tauromaquia moderna.

El volumen, con 681 páginas, recoge copiosos datos extraídos de documentos antiguos que ven la luz en un libro cuidadosamente editado por la Fundación de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, la Fundación de Estudios Taurinos y la Universidad de Sevilla.

Dentro de las curiosidades sorprendentes, el lector se encuentra entre los primeros apoderados -representantes de los toreros- a uno de los maestros de la tauromaquia, el legendario diestro sevillano José Delgado Pepe-Hillo (1754-1801), cuya muerte por el toro Barbudo en Madrid quedó inmortalizada por Goya en el último grabado de su Tauromaquia.

Una figura, la de apoderado quien anteriormente ha ejercido como torero, que actualmente está en boga. Basta recordar las relaciones del matador de toros vallisoletano Roberto Domínguez con Julián López El Juli, triunfador de la pasada Feria de Abril, y la del sevillano Fernando Cepeda con Miguel Ángel Perera, triunfador del recién terminado ciclo de San Miguel.

Con la investigación ofrecida por el escritor, se puede constatar una vez más que el toreo, además de arte, es una profesión en todos los sentidos, incluida su mercantilización. Todo ello deriva en el germen del negocio taurino, pilar necesario para que el espectáculo reglado continúe en nuestros días; con la corrida de toros como principal festejo.

Esperemos, como el propio autor apunta, una nueva obra que desempolve las relaciones económicas taurinas desde la época en que lo deja este ensayo -siglo XIX- y llegue hasta nuestros días, ya que López Martínez, con su detallada investigación, prolija en datos, ha desvelado en este volumen muchas incógnitas sobre los albores del negocio taurino.

Antonio Luis López Martínez. Fundación Real Maestranza y Universidad de Sevilla. Prólogo: Antonio-Miguel Bernal. Sevilla, 2013. 681 páginas. 30 euros.