Toros

La Feria Taurina de Córdoba sube el telón a la espera de los platos fuertes

  • Los festejos se abren este viernes con la novillada con picadores para Lagartijo, El Rafi y Tomás Rufo

  • La corrida mixta con Diego Ventura, Roca Rey y Pablo Aguado, y el mano a mano entre Finito y Morante completan el cartel

Roca Rey ejecuta un trincherazo durante su última actuación en la Maestranza de Sevilla.

Roca Rey ejecuta un trincherazo durante su última actuación en la Maestranza de Sevilla. / Juan Carlos Muñoz

La Feria Taurina de Córdoba arranca este viernes con unos carteles completos, heterogéneos y que amenazan con dar mucho juego, o ese al menos es el reto que se ha marcado la empresa Lances de Futuro. En la vuelta de los toros a mayo, su mes por excelencia, tras la histórica corrida de octubre por culpa de la pandemia, adelantando las fechas habituales al no tener que coincidir con la suspendida Feria de Nuestra Señora de la Salud y para fusionarse con el final de los Patios, todos los ojos estarán situados durante tres días en el Coso de los Califas, escenario de lujo para la vuelta de la Fiesta en su plenitud a Andalucía.

Como todo buen menú, la feria sube el telón este viernes con un aperitivo gustoso, exquisito, el que representa la novillada con picadores que torearán Lagartijo, El Rafi y Tomás Rufo. Se lidiarán reses de Fuente Ymbro, ganadería gaditana formada en 1996 por el empresario cordobés Ricardo Gallardo, con vacas y sementales de la prestigiosa vacada de Jandilla, con lo que se le encuadra dentro del llamado encaste Domecq. Pastan en San José del Valle y lucen divisa de color verde. Son toros que mantienen las características de la ganadería de la que proceden, aunque el criador cordobés ha modificado el tipo y lo ha dotado de unas particularidades propias. En la lidia se muestran como animales de pujanza y casta, obteniendo triunfos en numerosas plazas españolas, facilitando el lucimiento de muchos espadas.

Eso es precisamente lo que buscarán los tres novilleros que harán el paseíllo este viernes en Los Califas. El primero de ellos es Javier Moreno Lagartijo, cordobés de marzo de 1992 y entroncado con dinastías toreras de gran raigambre. Sangre de los Molina, de ahí su apodo, de los Zurito e incluso de Manolete, corren por sus venas, por lo que se deduce que este nuevo Lagartijo no podía ser otra cosa de torero. Debutó con picadores en Utrera en 2015, presentándose en Madrid el día 16 de Julio de 2017. Tiene en su haber dos salidas a hombros por la Puerta de los Califas, una como novillero con picadores y otra el día de su debut con los del castoreño. El año pasado actuó en una novillada cortando tres orejas.

El cordobés Lagartijo da muerte a un toro en la Feria de Blanca. El cordobés Lagartijo da muerte a un toro en la Feria de Blanca.

El cordobés Lagartijo da muerte a un toro en la Feria de Blanca. / Marcial Guillén / Efe

Raphael Raucuole El Rafi, nació en Nimes en septiembre de 1999. En 2018 se proclamo triunfador del Bolsín de Ciudad Rodrigo, debutando con picadores el día 1 de abril de ese mismo año en Arlés (Francia). Ha abierto la puerta grande de cosos de primerísima categoría como Nimes o Valencia, destacando como un torero de gran proyección, despertando gran expectación entre los aficionados tanto franceses como españoles. La tarde de este viernes supondrá su despedida como novillero, pues está confirmada su alternativa para el próximo día 12 de junio en Nimes, donde será apadrinado por Enrique Ponce, con El Juli como testigo.

El tercero en discordia es Tomás Rufo, natural de Pepino (Toledo), donde nació en julio de 1999. Debutó con picadores en Talavera de la Reina, el día 13 de mayo de 2018, donde resultó triunfador con el corte de dos orejas. Se presentó en Madrid, el día 18 de julio de 2019, donde obtuvo un trofeo y resultó herido por su segundo oponente. Es un torero de corte ortodoxo y clásico que ha despertado la ilusión de muchos aficionados por su concepto del toreo, tanto así que en la presente temporada su carrera es gestionada por la casa Lozano.

Lo mejor de lo mejor, en la corrida mixta

El primer plato fuerte de la Feria Taurina de Córdoba llega el sábado con la corrida mixta que reúne a los maestros Andrés Roca Rey y Pablo Aguado, dos de las grandes figuras noveles, y al gran rejoneador Diego Ventura. Este último lidiará dos toros de Los Espartales, vacada que luce divisa azul y grana formada con reses procedentes de la ganadería del Niño de la Capea y que pertenecen al encaste Murube-Urquijo tan del gusto para el rejoneo. El festejo lo completan toros de Núñez del Cuvillo, ganadería conformada desde su origen por diversas procedencias (Osborne-Nuñez-Domecq), si bien sus propietarios han configurado un animal que se puede considerar un encaste propio, siendo de los preferidos para las figuras del toreo.

Y qué mejor para comprobar su bravura que dos grandes del escalafón. El peruano Roca Rey reaparece en España, tras el parón obligado por la pandemia. Nacido en Lima en octubre de 1994 y de familia netamente taurina, se afincó en Gerena con la idea de desarrollar su carrera. Se presentó con picadores el día 1 de junio de 2014 en Captieux, doctorándose como matador en Nimes el 19 de septiembre de 2015, de manos de Enrique Ponce, con el francés Juan Bautista como testigo. Su toreo valiente, arrojado y de gran quietud, le ha llevado a colocarse en breve espacio de tiempo a la cabeza de los privilegiados del escalafón.

Pablo Aguado da un pase con el capote en Santander. Pablo Aguado da un pase con el capote en Santander.

Pablo Aguado da un pase con el capote en Santander. / Pedro Puente Hoyos / Efe

Enfrente estará Pablo Aguado, una de las mayores revelaciones toreras de las últimas temporadas que por fin se presenta en Córdoba. Nacido en Sevilla en enero de 1991, se encumbró en la Feria de Abril de 2019, cuando con un toreo de la más clásica escuela sevillana, natural, sin artificios y pleno de pureza, conquistó al planeta de los toros cortando un total de cuatro orejas y abriendo de par en par la ansiada Puerta del Príncipe. En sus siguientes actuaciones, demostró que aquella tarde no fue un espejismo, ya que revalidó lo acontecido en Sevilla. Esperado por todos, la pandemia frenó en seco una progresión natural, que le llevará seguramente a convertirse en uno de los referentes del toreo de nuestro tiempo.

Para completar la terna, Diego Ventura, que es la gran máxima figura del rejoneo actual. Nacido en Lisboa en noviembre de 1982, se crió en la localidad sevillana de La Puebla del Río, debutando ante el público el 1 de febrero de 1998 en Churriana (Málaga). Poseedor de un estilo vibrante y con un conocimiento, tanto del toro como de los caballos, pleno, sus actuaciones se cuentan por triunfos que han marcado un antes y un después en el arte ecuestre. De hecho, ha abierto con asiduidad la Puerta del Príncipe de la Real Maestranza e incluso ha cortado un rabo en la Monumental de las Ventas de Madrid.

Torería y clase en el mano a mano final

Y para culminar el pase, un postre para paladares exigentes, un mano a mano entre Finito de Córdoba y Morante de la Puebla. Para dar juego, toros de Juan Pedro Domecq, una de las de más renombre. Heredera histórica de la de los Duques de Veragua, de quien conserva hierro y divisa roja y blanca, fue conformada por Juan Pedro Domecq y Díez, con reses originarias del tronco de Parladé, quedando eliminado todo lo primitivo de Veragua, si bien sus puntuales pelos claros, evidencian un goterón de tan aristocrática sangre. Los Juampedros, que pastan en Castillo de las Guardas, son demandados por las máximas figuras del toreo, siendo denostados por los aficionados más amantes de un toro encastado.

Finito de Córdoba, durante una corrida de Fallas en Valencia. Finito de Córdoba, durante una corrida de Fallas en Valencia.

Finito de Córdoba, durante una corrida de Fallas en Valencia. / Juan Carlos Cárdenas

Para sacar todo su buen hacer en la plaza, Juan Serrano Finito de Córdoba, al que esta Feria Taurina rinde homenaje por los 30 años de alternativa, los que han pasado desde aquel 23 de mayo de 1991, cuando de manos de Paco Ojeda, se convirtió en matador de toros. El Fino está de aniversario. Treinta años siendo el estandarte de una afición cordobesa a la que devolvió la ilusión, convirtiéndose en un referente de la Córdoba taurina. Los años han pasado, atrás quedaron aquellos tiempos de pasión, que han derivado en una etapa donde es venerado como un torero de culto. Su toreo, como los viejos vinos amontillados de la tierra, ha ganado en poso y madurez, siendo, a pesar de los años, esperado cada tarde que viste el chispeante, dejando patente su torería innata, tal y como ocurrió el pasado año en Antequera, donde cuajó una de los momentos más bellos de una temporada atípica marcada por el covid.

Para completar el mano a mano, José Antonio Morante de la Puebla, que vuelve a una de sus plazas talismán. Idolatrado por muchos y denostado por otros, es un torero de inspiración. Un espada capaz de lo mejor y también, cuando la abulia y la desidia le invaden, de pasar al más oscuro ostracismo. Aún así el sevillano siempre es esperado allá donde se anuncia, esperando que deje patente su toreo garboso y de corte artístico con reminiscencia de la más florida escuela hispalense, de la que es heredero y uno de sus máximo exponentes. Todo ello unido a una personalidad única, que hace, para bien o para mal, esté siempre en boca tanto de los aficionados más ortodoxos, como de simples y puntuales espectadores. Precisamente el pasado año cuajó una faena preñada de belleza y torería a un toro del hiero de Jandilla, el día 12 de octubre, en el Coso de los Califas.

Todos los festejos comenzarán a las 19:00 de la tarde y se espera una buena entrada, teniendo en cuenta que han sido 2.350 los abonos expedidos durante la campaña. La empresa puso a la venta el pasado fin de semana nuevas entradas tras ampliarse el aforo permitido, aunque sin llegar a los 8.000 que podría acoger en función del 50% de su capacidad ante la imposibilidad de reubicar a los aficionados que ya hubiera obtenido su localidad con anterioridad.

Morante de la Puebla da un natural en Olivenza. Morante de la Puebla da un natural en Olivenza.

Morante de la Puebla da un natural en Olivenza. / Jero Morales / Efe

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