Toros

La llama de la afición

  • Escribano y Ramírez de Arellano se adentran en la atracción por el mundo del toro

Antonio Ramírez de Arellano y Manuel Escribano, antes del encuentro del Mano a mano.

Antonio Ramírez de Arellano y Manuel Escribano, antes del encuentro del Mano a mano. / belén vargas

Con el tema El toro y la afición, el matador de toros Manuel Escribano y el consejero de la Junta de Andalucía Antonio Ramírez de Arellano dialogaron dentro de un nuevo Mano a mano de Cajasol, con José Enrique Moreno de moderador. Si difícil es conocer la tauromaquia en profundidad, tanto o más es la complejidad de ese grupo de personas que engloba la afición. Por eso, Ramírez de Arellano, esbozó que existen muchos tipos de aficionados, desde los que asisten con regularidad a las plazas, hasta los que apenas acuden, pasando por los partidarios de toreros determinados.

Escribano encuadró la afición como una de las virtudes cardinales que deber poseer el torero para alcanzar la gloria. Y yendo más allá, y con esa claridad y profundidad que posee su toreo, llegó a decir en un determinado momento del encuentro que "hay toreros que no son buenos aficionados", lo que hizo extensivo a ganaderos y otros profesionales, sin olvidarse del gremio del periodismo.

Después de tantos años viendo toros, ahora soy consciente de mi desconocimiento"Hay toreros, ganaderos, periodistas... que no son buenos aficionados"

Ramírez de Arellano, partidario de Ojeda, Curro Romero -presente en la sala y fuertemente ovacionado-, El Cid, Morante, Escribano y Urdiales, habló que cada plaza tiene su idiosincrasia y que las que más le gustan son Sevilla, Bilbao y Madrid, "aunque allí la gente acude de malhumor"; refirió el consejero quien afirmó que "me gustan los toreros que hacen las cosas bien y lo hacen con el toro serio". Tras su descubrimiento del toreo con una faena de El Viti en Plasencia y relatar la búsqueda del mismo durante años, sentenció: "Ahora, soy consciente de mi desconocimiento".

Escribano, desde su punto de vista profesional, aseveró que la afición es fundamental, pero que a ello hay que añadir la ambición para triunfar, explicando esa noria personal que ha vivido. Desde un vacío del sistema tras la alternativa, sin oportunidades, "durante ocho o nueve años" hasta que le llegó la oportunidad en una corrida de Miura en la Feria de Abril de Sevilla. Luego, la cornada de Sotillo de la Adrada, el indulto del toro Cobradiezmos, de Victorino Martín, y cuando estaba situado en primera línea, otra vez una cornada gravísima en Alicante, de la que salió vivo de milagro. De todo ese recorrido y sufrimiento, el período sin oportunidades tras la alternativa fue el más duro; según el diestro.

Finalmente, Manuel Escribano refirió su doble actuación en la reciente Feria de Abril de Sevilla -toros de Victorino y Miura-, en la que brilló y sobre la que dijo: "Me quedo con lo bien que me he encontrado y por haberme sentido de nuevo, de ser yo". Y recordó uno de los momentos más emotivos de la feria: "Esa gran ovación, por la que casi no se escuchaba la música, y el público puesto en pie cuando toreé con el capote a la verónica...". Y como contrapunto, "la frustración por no tener toros con buenas condiciones" en la feria abrileña de 2018.

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