Toros

El mexicano Robledo se lleva el certamen de novilladas prácticas

  • Su faena le supuso el premio de dos orejas, dar una doble vuelta al ruedo y una cálida ovación

Los tres novilleros de la final

Los tres novilleros de la final / Carlos Gil

Cuando se conjuga toro y toreo todo es más fácil, aunque este arte, el de la Tauromaquia, es uno de los más difíciles de realizar. Esa combinación se ha dado en la tarde de este miércoles en la Nueva Plaza de Toros de Granada. Un buen novillo, su nombre ya lo decía, elegante, de Núñez del Cuvillo, se ha enfrentado a un novillero que quiere ser importante entre los matadores de toros, el mexicano Emiliano Robledo, que ya mostró su tarjeta de presentación el lunes, ha realizado una gran faena, con valentía, con arrojo, con la cabeza fría y el corazón caliente, sin olvidar la exposición que hay que mostrar ante el animal y la belleza que hay que marcar en los lances.

Faena que le ha supuesto el premio de dos orejas, dar una doble vuelta al ruedo, llevarse la más cálida y sentida ovación del público y, en suma, ser el triunfador del Certamen. En su primero, que fue segundo de la tarde, estuvo también decidido, pero no estuvo bien con la espada y cortó una oreja.

Abría el cartel el novillero valenciano Miguel Polope, que ha cortado una oreja en su primero y sufrió mucho para matar el cuarto. Dejó buenas tandas en sus dos oponentes, pero no tuvo suerte con su lote.

Cerraba la terna el novillero de Albacete Alejandro Peñaranda, que cortó dos orejas al último de la tarde, realizando una gran faena. Estuvo muy decidido y ofreció excelentes series, matando de una buena estocada en todo lo alto. En su primer novillo, estuvo desafortunado con la espada, por lo que su actuación fue silenciada, tras recibir un aviso.

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