La Unión de Bibliófilos Taurinos de España acaba de editar dos importantes libros de tema taurino, ambos con raíces gaditanas: "El Poliédrico Doctor Thebussem" y "Colección de los folletines de toros insertos en El Comercio, en las temporadas de 1846 y 1847" de Doctor Quinraaladejo.

El primero es el epistolario del académico de Medina Sidonia Mariano Pardo de Figueroa con el escritor Luis Carmena y Millán. Pardo de Figueroa, que firmaba sus escritos como Dr. Thebussem, dirigió abundante correspondencia a su amigo Luis Carmena entre 1883 y 1893. Cármena había publicado en 1883 su "Bibliografía de la tauromaquia", importante trabajo de tal envergadura y sistema que impresionó a Thebussem, hasta el punto de que inició una rica correspondencia en la que le trasladó infinidad de notas y puntualizaciones sobre el tema, tratándose de una muestra más de la erudición de Pardo de Figueroa. Algunas de estas cartas, como varios de los artículos de Thebussem, fueron publicadas en Diario de Cádiz.

El libro cuenta con un prólogo de Andrés Amorós y un amplio y brillante estudio, compilación y comentarios de José María Moreno Bermejo.

La segunda publicación de la Unión de Bibliófilos que inicia así sus altruistas actividades en el curso 2011, es la edición facsimilar de un libro codiciado por los coleccionistas taurinos, editado en Cádiz en 1847, un ejemplar de tal rareza que en la ciudad solamente se conoce hasta la fecha un ejemplar en una biblioteca particular.

Se trata de la colección de las crónicas taurinas de los festejos celebrados en la plaza de Cádiz en los años 1846 y 1847, publicadas en el periódico gaditano "El Comercio", y que tienen la peculiaridad de que son las primeras en verso que se conocen, modalidad del género que haría fortuna en lo sucesivo y que se popularizó y puso de moda entre los cronistas poco después con las llamadas "cartas tauromáquicas", hojillas que se vendían tras los festejos.

El autor de las crónicas, que además de brillo literario estaban poseídas de un gracejo muy local, era Joaquín de Lara y Fopiani, un gaditano que firmaba sus críticas como "Doctor Quinraaladejo", anagrama de su nombre y apellido.

El libro, que en su día publicó la Revista Médica en sus talleres de la plaza de San Antonio, fue una cuidadísima edición de aire romántico con grabados a la madera y unas preciosas orlas enmarcando los sabrosos textos de Lara.

Francisco Orgambides, cronista taurino de este diario, ha sido el encargado de realizar el estudio preliminar de esta reedición, y da a conocer el perfil de este olvidado escritor, que fue secretario del Ayuntamiento gaditano y que en su tarea de fedatario municipal firmó el reglamento taurino de la plaza de Cádiz en 1862. Ateneísta y habitual colaborador de "El Comercio", de Lara se conserva algún soneto de la tertulia literaria del Ateneo de aquellos años, y sus festivos artículos.

Ambas ediciones recién aparecidas y muy cuidadas, hacen justicia a la amplia riqueza, también en su extensión cultural, de la fiesta en el rincón taurino gaditano.