Borja Jiménez, Novillero

"La última semana soñé con mil toros y mil faenas distintas"

  • El torero espartinero salió a hombros por la Puerta del Príncipe el pasado domingo tras cortar tres orejas a dos novillos de Fuente Ymbro.

Borja Jiménez (Espartinas, 28-01-92), quien debutó con picadores el 21 de julio de 2012 en La México, salió a hombros por la Puerta del Príncipe el pasado domingo. Forjado a la vera de Espartaco padre en la Escuela de Espartinas, estudiante de segundo de Ciencias Agropecuarias, tiene como antecedente taurino familiar a su hermano Javier, quien el pasado 3 de mayo triunfó en su alternativa en la Maestranza. Borja Jiménez afirma que es 'un torero prácticamente inédito en el circuito de las grandes ferias, ya que únicamente he pisado como plazas de máxima categoría, además de Sevilla, Arles -donde corté tres orejas- y La México, donde debuté. En Francia es donde más he crecido como novillero, enfrentándome a auténticas corridas de toros'.

-Borja, ¿qué supone éste éxito?

-Me da más ganas para continuar en el día a día y supongo que se me abrirán más puertas para llegar al sitio que quiero.

-¿Cuál es?

-Mi objetivo es estar arriba del escalafón y tomar la alternativa con fuerza.

-¿Ha pensado en su doctorado?

-Lo tengo en cuenta. Pero todavía no. De momento, este año continuaré como novillero.

-¿Qué sintió con esa salida a hombros por la Puerta del Príncipe?

-Una sensación que no se puede ni explicar. Fue precioso. Rodeado de novilleros de la Escuela de Sevilla. Entré en la furgoneta casi sin enterarme. Me acosté a las doce y hasta las cinco no pude dormir, pensando en lo que había conseguido. A las ocho me levanté y he estado entrenando en Coria desde esa hora. Por la tarde continuaré entrenando. Ahora espero que lleguen las oportunidades y no se me pueden ir.

-Además de ello, ¿cuáles fueron los momentos más emotivos de la tarde?

-Cuando corté las dos orejas y pasé con ellas frente a mis padres, que estaban emocionados. Lloré. Y también en el brindis a mi hermano en el segundo novillo.

-¿Qué le dijo?

-Le di las gracias por apoyarme. Entrenamos juntos. La verdad es que viví momentos de mucha tensión y emoción y, sin embargo, en el ruedo, estuve tranquilo y disfruté.

-¿Llegó a soñar una tarde así?

-La última semana soñé con mil toros y mil faenas distintas. Y, sí, hasta soñé con la salida a hombros por la Puerta del Príncipe, que en este caso se hizo realidad.

-Algo muy, muy difícil, porque sucedió en su debut.

-Es cierto. Eso es todavía más complicado. Era mi tercer año como novillero con picadores. En los dos primeros me dijeron que no había toreado suficiente para hacerlo en Sevilla. Por eso salí a por todas. Era consciente de que era una tarde clave para hacer el esfuerzo.

-¿Qué destaca de su actuación?

-Sobre todo los tiempos que di a los novillos para que embistieran con más transmisión y ponerle delante la muleta y tirar de ellos por abajo. Porque eran bravos. Tuve la suerte de entenderlos.

-Tuvo un gran lote.

-Sí. El primero repetía con mucha transmisión. Fue muy bueno. Embistió con categoría por los dos pitones. El segundo, muy bueno. Aunque en la faena se me partió la ayuda, remonté y gracias a la seguridad con la espada corté una oreja.

-Lo que llama la atención es que fueron dos faenas muy distintas. No repitió un mismo patrón...

-Así es. No me gusta llevar la faena hecha. Por ejemplo, en el primero comencé la faena de muleta con muletazos por la espalda y en el segundo, aunque sé que no es algo que guste en Sevilla, comencé toreando de rodillas para demostrar que venía a por todas. Y creo que tiré bien del novillo, que lo llevé toreado y que gustó.

-Hasta llegar aquí, ¿cómo ha sido su formación?

-Desde que debuté con añojos, a los 12 años, estuve en la Escuela de Espartinas, con Espartaco padre, hasta 2012. Desde entonces me apodera Lolo Espinosa. Y entreno en Coria con mi hermano, sus banderilleros y su apoderado, José Luis Peralta.

-¿Cómo es una jornada habitual?

-Por la mañana entreno físicamente, junto al maestro Sebastián Castella y al fisio, José Antonio Salas. Después voy a Coria, a entrenar de salón con mi hermano y Peralta. Y por la tarde, toreo de salón unas tres horas, en Gines, con Castella. Ahora, en plena temporada, es más difícil coincidir con el maestro, ya que torea casi todos los días.

-¿Qué similitudes y diferencias tienen su hermano y usted como toreros?

-Como similitudes, la entrega de ambos. Y la diferencia quizás esté en el concepto, en la manera de torear, en el trazo del muletazo... es que tenemos personalidades diferentes.

-¿Quiénes son sus toreros referentes?

-El Juli, que desde que lo vi por primera vez, antes de que yo quisiera ser torero, entendí que es muy completo; Espartaco, a quien he visto mucho en el campo; Castella, por su valor seco; Manzanares... Prácticamente todos. Todos los días veo vídeos y aprendo.

-¿Y qué tipo de toreo anhela?

-Sobre todo busco que los muletazos tengan profundidad. Aunque ahora lo importante es arrear. Cuando esté arriba ya tendré tiempo para gustarme toreando.

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