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Va por la quinta

  • El Sevilla de Manolo Jiménez afronta su penúltimo ensayo general frente a un rival directo, el Villarreal, y con el aliciente de incrementar su cuenta gaditana

En el tramo definitivo de la pretemporada más esperanzadora que se recuerda por Nervión y demás zona de influencia, el Sevilla encara su penúltimo ensayo ante un rival directo en la competición doméstica, el Villarreal. Sevilla-Villarreal a las diez de la noche para dilucidar quién será el segundo finalista del trofeo Ramón de Carranza. Uno de toda la vida frente a un equipo de aluvión que repite en el gran torneo del agosto andaluz tras su desgraciada aparición de hace un par de años, gravísimas lesiones incluidas.

Es este partido un plato fuerte dentro del agosto de bolos y más bolos. Los dos litigantes terminaron bien sus deberes el pasado curso, uno mejor que otro, pero lo suficientemente bien como para no verse inmersos en procelosidades como Intertotos o previas de Champions, cuestiones que entorpecen de forma indudable el curso de la pretemporada.

Decíamos más arriba que el equipo de aluvión, ese Villarreal que maneja Pellegrini y que modelaron Fernando Roig y José Manuel Llaneza, conserva una mala experiencia del trofeo Carranza. Y es que hace dos años, en la edición del debut, al equipo levantino se le quebraron dos de sus pilares y para una muy larga duración. Tanto el recién fichado Pires como el central Gonzalo cayeron sobre la grama gaditana, algo que ninguno de los dos ni el Villarreal han olvidado.

Pero la vida no se para y dos años después vuelven los amarillos al más amarillo de todos los recintos futbolísticos de la piel de toro, el estadio Ramón de Carranza, para enfrentarse al equipo que más creció en el último trienio, el Sevilla Fútbol Club. Y este Sevilla tan aumentado de tamaño retorna a Cádiz para hacerse con la quinta copa. Con las tres primeras en las vitrinas de Dato, hace cuatro años aumentó la cuota en un trofeo tan descafeinado que ni siquiera se celebró en el campo que le da nombre, sino que se libró en el Bahía Sur sanfernandino.

Nos estalla en la cara un partidazo lleno de contenido y entre dos equipos que tienen en el buen trato a la pelota y en la velocidad sus mejores armas. Es un pulso entre dos equipos que hacen una buena oferta futbolística y con el interés añadido que representa hacerse con la monumental copa gaditana. Un pulso que, además, se disputa en la intimidad que supone la ausencia de las cámaras televisivas. Eso de que el partido no cuente con el efecto multiplicador de la televisión viene motivado porque último recurso habitual, Canal Sur, ha fallado. Y es que en la televisión autonómica subyace el enfado que supuso lo de hace dos años, cuando con todo previsto para que la nuestra diese el trofeo, la contratación del omnímodo Real Madrid hizo que los planes fuesen otros para que la competición la retransmitiese la cadena que tenía la exclusividad del club madrileño.

Quiere decirse con esto que la afluencia al estadio gaditano está asegurada y que sus gradas no tendrán el patético y habitual aspecto de estos bolos de agosto. Cuatro carranzas tiene el Sevilla en sus vitrinas y una hipotética clasificación histórica de este trofeo que, además, fue como algo suyo lo sitúa en quinto lugar. Atlético de Madrid, Cádiz, Real Madrid y Betis, por este orden, le anteceden en el cuadro de honor del Carranza y ganar esta edición le proporcionaría colocarse ex aequo con su rival más cercano geográficamente.

Muy en serio se toma Manolo Jiménez esta prueba junto a la Bahía. No es un bolo más; de hecho ninguno de los bolos que el Sevilla programó para su pretemporada ha sido uno más. Todos se han presentado en escena con un trapío casi como de partido oficial y éste de hoy también lo es. Y así lo califica Manolo Jiménez, que ve en el Villarreal una imagen como si estuviese mirando el Sevilla en el espejo.

Y yendo a la parte meramente deportiva de la cosa, podemos decir que el Sevilla llegará hoy mismo a un hotel de La Barrosa a la hora de almorzar y que Jiménez se ha traído a veinte futbolistas, de los que sólo diecisiete están plenamente disponibles, ya que Kanoute y Escudé viajan para no perder contacto con el grupo y Palop sólo jugará si no hubiese más remedio o si sus males hubiesen desaparecido en su totalidad. Sí va a tener minutos, muchos minutos, Duscher, y que la alineación de esta noche frente a los de Manuel Pellegrini será la más solvente que Jiménez pueda poner.

Se juega a las diez de la noche, insistimos en que no se televisa para fuera de la provincia de Cádiz y que va a arbitrar un colegiado de Primera División, andaluz y almeriense David Fernández Borbalán, un prometedor colegiado que la organización ha logrado reclutar pese a que el Cádiz -su partido lo pita un Segunda B, Checa Montero- anda en un contencioso con las autoridades futbolísticas a causa de su reclamación de categoría. Así que... eso, un árbitro de Primera para un choque no de Primera sino de Primerísima División en el que el Sevilla ha de dar el primer paso hacia la Quinta.

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