La Universidad de Sevilla ha liderado el proyecto, junto con las Universidades de Évora y el Algarve, para poner en marcha el Centro de Innovación Universitario de Andalucía, Alentejo y Algarve (CIU3A).

La participación de la Universidad se ha podido producir gracias a la alianza con la Autoridad Portuaria de Sevilla, que no ha dudado en ceder espacios, con una visión generosa de alto valor estratégico, para la sede que se construirá por parte de la Universidad de Sevilla. 

En este espacio, empresas como GRI, Endesa, General Dynamics, Cobre las Cruces, AZVI, Serviport Andalucía, Siderúrgica Sevillana o Persan ya han mostrado su interés en participar.

La construcción de la nueva infraestructura, que se levantará en terrenos del Puerto de Sevilla, estará lista a finales de 2021 y supone una inversión de 15 millones de euros. 

El objetivo del proyecto es la construcción y puesta en marcha de un centro de innovación multienclave con sedes en Andalucía y las regiones portuguesas del Alentejo y el Algarve.

Este centro pretende ser una nueva infraestructura de I+D+i que debe facilitar la transferencia del conocimiento desde el sistema universitario hacia los retos de la sociedad a la vez que fomenta la cooperación transfronteriza.

Una de las actividades serán los doctorados conjuntos entre grupos de investigación de la Universidad y las empresas que allí instalen sus tareas de innovación.

Soluciones 4.0

En Andalucía, el CIU3A se especializará en hubs intermodales, corredores multimodales transfronterizos, ingeniería para la sostenibilidad industrial, tecnologías, procesos y sistemas industriales 4.0, diseño de materiales, caracterización y procesos de fabricación, soluciones industria 4.0 para la agricultura de precisión, soluciones industria 4.0 para salud y tecnologías para energías renovables.

La nueva infraestructura proporcionará instalaciones físicas y equipamiento especializado a la US, dedicados especialmente a la transferencia de conocimiento, pero también a otros actores. Facilitará así el desarrollo de actividades de I+D+i, principalmente en las áreas de la investigación aplicada y el desarrollo tecnológico.

La disponibilidad de medios especializados permitirá incrementar la producción científico-tecnológica en el área. Al mismo tiempo, la actividad producirá un impacto positivo en otros ámbitos, como el cumplimiento de retos específicos, las estrategias de especialización regional o la competitividad del sector empresarial.