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Análisis Xbox Series X

  • La nueva bestia de Microsoft no quiere bromas

Presentación de Xbox Series X.

Microsoft está a punto de poner en el mercado Xbox Series X y su nueva bestia no está para bromas. En tiempos remotos, inicialmente presentada como Project Scarlett, Series X fue pionera a la hora de reivindicarse y desvelar sus características. Mostraba al público general un salto generacional que ya disfrutaban algunos sibaritas del PC, como el trazado de rayos acelerado por hardware, un mayor ancho de banda sobre nuevas arquitectura AMD e incluso una nueva promesa: llevar SSD NVMe a consolas.

Esto resulta, a nuestro parecer, un cambio radical en el funcionamiento de los videojuegos a nivel general. Una vez eliminados los tiempos de carga y asimilado el superávit de potencia, el futuro se muestra más abierto y prometedor que nunca. Pero aún con el sueño de estandarizar los 4K y 60fps en consolas y la posibilidad de brindar 120fps en determinados títulos, en definitiva, sólo nos preguntamos ¿cómo es la calidad de los juegos de nueva generación? ¿Los resultados se ajustan a las promesas? Si quieres respuesta a ésta y otras muchas preguntas, te animamos a acompañarnos en esta revisión de Xbox Series X.

Una bestia parda

Aunque tenemos mucho que repasar, primero vayamos a lo básico, las especificaciones técnicas: la consola de Microsoft viene equipada con un chip AMD personalizado con arquitectura RDNA 2 que es capaz de entregar 12 Teraflops de procesamiento gráfico que proviene de 52 unidades computacionales a una frecuencia de 1.825 MHz. Para la CPU, tenemos un procesador AMD Zen 2 con velocidades de reloj de 3.6 GHz hasta 3.8 GHz en modo multihilo simultáneo.

Como tal, ambos componentes aportan un gran salto desde la arquitectura GCN de 1.31 Teraflops, con 12 unidades computacionales a solo 853 Mhz y el procesador Jaguar de 1.75 GHz de Xbox One. Incluso en relación a Xbox One X, el salto también es grande, dejando muy por debajo al Jaguar de 2.23 GHz y GPU de 40 unidades computacionales de 1.172 MHz, lo que resultó en 6 Teraflops.

El interior de la bestia. El interior de la bestia.

El interior de la bestia.

Con respecto a la memoria interna también se observan varias diferencias: Xbox One se equipa con 8 GB DDR3, mientras que Xbox One X albergaba 12 GB GDDR5. Ahora Xbox Series X se planta con 16 GB GDDR6. Esto garantiza más RAM para interfaz y juegos, así como una velocidad de transmisión de datos mucho mayor, lo que repercute en su sistema increíblemente fluido de carga. Como mencionamos, Xbox Series X se beneficia del SSD en consolas, pero el dispositivo viene equipado con NVMe de 1 TB con transferencia de 2.4 GB/s hasta 4.8 GB/s de datos en compresión, que ofrece un rendimiento envidiable.

Interfaz y menús

Aunque estamos ante una nueva e iluminada generación de consolas, la experiencia al encender Xbox Series X por primera vez no será impactante para los usuarios acostumbrados al ecosistema de juego de Microsoft, ya que la interfaz mantiene el aspecto (no el rendimiento) que Xbox One y One X. La actualización del menú principal de Xbox llegó recientemente con un parche premonitorio que nos situaba en el camino a la next-gen. Pero lo que realmente sucede es que la interfaz está perfectamente optimizada para Xbox Series X y a One le va a costar, cada vez más, soportar el flujo de información que puede gestionar su nueva hermana.

Jugar de inmediato

A partir de aquí toca disfrutar de juegos extremadamente fluidos, sin tiempos de carga debido al uso de memorias SSD y RAM, sin ruido, molestias o tiempos de espera. Con esto, otro de los puntos fuertes de Series X es una nueva función llamada Quick Resume. Básicamente, el videojuego aprovecha la altísima velocidad del SSD para crear estados de guardado del juego, lo que permite reanudar muchos títulos en el mismo punto donde se quedaron sin la necesidad de cargar ninguna partida, es inmediato. Lo que sucede es que el espacio de juego asignado en la RAM se almacena en el SSD y es como si el juego todavía se estuviera ejecutando. La transición es muy rápida, con una duración máxima de 6 segundos para volver exactamente donde lo dejamos, sin tener que cargar nada. Es un recurso que gana un atractivo absoluto en cuanto lo conoces, aporta comodidad y precisamente esto es lo que buscan los usuarios que suelen jugar varios títulos al mismo tiempo. De hecho, incluso pueden apagar la consola que no habrá diferencia.

Aspecto de la Xbox Series X. Aspecto de la Xbox Series X.

Aspecto de la Xbox Series X.

Juegos en Xbox Series X

Suficientes detalles técnicos. Sobre todo, nos interesan los juegos, ¿verdad? Entonces, repasamos la alineación de lanzamiento de títulos que acompañarán al dispositivo en sus primeros pasos. Vaya por adelantado que la CPU y GPU turboalimentadas pueden lograr elementos que las generaciones anteriores simplemente no se planteaban, añadiendo varias características gráficas, como distancia de renderizado, mejores texturas que usan la VRAM adicional, resoluciones más altas, velocidad de cuadros a 60 fps (o incluso 120 fps), sistema de iluminación, trazado de rayos y más.

Juegos como Assassin's Creed: Valhalla, Yakuza: Like a Dragon o Gears Tactics son algunas de las propuestas que podrán disfrutarse desde el primer día. A continuación, los juegos que estarán disponibles en el lanzamiento: Assassin's Creed Valhalla (Smart Delivery); Borderlands 3 (Smart Delivery); Bright Memory; Cuisine Royale (Smart Delivery); Dead by Daylight (Xbox Game Pass + Smart Delivery); Devil May Cry 5: Special Edition; DIRT 5 (Smart Delivery); Evergate; The Falconeer (Smart Delivery); Fortnite; Forza Horizon 4 (Xbox Game Pass + Smart Delivery); Gears 5 (Xbox Game Pass + Smart Delivery); Gears Tactics (Xbox Game Pass + Smart Delivery); Grounded (Xbox Game Pass + Smart Delivery); Maneater (Smart Delivery); NBA 2K21; Observer: System Redux; Ori and the Will of the Wisps (Xbox Game Pass + Smart Delivery); Planet Coaster (Smart Delivery); Tetris Effect: Connected (Xbox Game Pass + Smart Delivery); The Touryst (Xbox Game Pass + Smart Delivery); Watch Dogs: Legion (Smart Delivery) y Yakuza: Like a Dragon (Smart Delivery).

En resumidas cuentas: Xbox Series X es un monstruo, es indudable, y no en el sentido peyorativo de la palabra, sino como una máquina extremadamente poderosa y elegante con todo lo que se puede esperar de un dispositivo de primera línea con una ingeniería portentosa. Silenciosa, con una gran refrigeración y capaz de hacer frente a un salto generacional gigantesco y muy evidente. Sin duda, es un gran producto para los que siempre han estado entre allí y sumamente atractivo para los que quieran cambiar de bando e incluso una solución muy viable para aquellos que buscan comodidad y fiabilidad ante los PC tradicionales. No se puede negar, es una bestia, por ahora, tan sólo una bestia prometedora, pero algo queda claro desde el mismo momento de encenderla por primera vez: Xbox Series X no quiere bromas, es rotunda en diseño, potencia, características y línea de lanzamiento.

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