A veces, lo más rompedor es mirar hacia lo tradicional. Por eso, el restaurante del EME Catedral Hotel -todo un sinónimo de vanguardia en la ciudad- ha decidido reabrir sus puertas con una oferta gastronómica de alta calidad que reivindica el placer de disfrutar de una buena mesa en un entorno tranquilo y cálido. Santo Restaurante & Bistro regresa así a un concepto tan básico como efectivo: la cocina de mesa y mantel a base de productos frescos del mercado. 

Según explican desde el restaurante, "tras un periodo de transición y consolidación del nuevo equipo", el establecimiento renace ahora "con vocación de aproximarse al comensal sevillano, con una propuesta sensata de calidad y un precio razonable". Al frente de esta nueva versión de Santo está su jefe de cocina, Luis Trigo. Pese a su juventud, el chef cuenta con una amplia experiencia en la cocina internacional y de autor y ha trabajado con Martín Berasategui como parte del equipo técnico de su proyecto sevillano.

La nueva carta de primavera de Santo Restaurante recoge sugerencias como el gazpacho de rosas en espuma; la ensalada de pepino y manzana verde, tzatziki e infusión de hierba luisa en textura; o el salmón noruego con fideos transparentes y fina emulsión de umami. En el apartado más dulce destacan la nube helada y cremoso de fresas al natural con helado de menta o el prepostre de mouse de yogurt y queso con compota de mango y piña. El precio medio por comensal en esta nueva etapa del restaurante es de unos 35 euros y cuenta con un menú degustación de cinco platos por 39 euros y uno con nueve platos por 65.

Su privilegiada situación junto a la Catedral de Sevilla lo convierte en una opción infalible tanto para un almuerzo de negocios como para disfrutar de una velada romántica. El establecimiento cuenta con dos áreas diferencias: la principal y la antesala, en la que incluso los que cuentan con menos tiempo pueden disfrutar a diario de una selección de productos de abacería, vinos, arroces y raciones generosas en un entorno más informal.