A principios de 1706 moría sumida en la pobreza Luisa Roldán, La Roldana, escultora de cámara de Carlos II y Felipe V durante décadas, mujer de carácter y protagonista de una vida llena de desgracias. Su historia y su figura se presentan más cercanas a este siglo que al que le tocó vivir y la compañía La Tarasca lo hace visible sobre el escenario del Lope de Vega, donde estrenaba este mismo martes la obra La soledad (de la Roldana).

Cristina Almazán, María Varod y Celia Vioque son las tres actrices que se meten en la piel de La Roldana para repasar diferentes capítulos de su vida. En el reparto que dirige Ramón Bocanegra están también Juanjo Macías (Francesillo), Inma Font (Eugenia) y Pablo García (Don Francisco) y de la parte técnica se encargan Andrés González (vestuario), César Pablo Gonzalbes (diseño de iluminación), Carmen Montes (producción) y aLTeReGo (escenografía).

La compañía impulsa este proyecto a partir de sus numerosas experiencias en teatro clásico e histórico y sitúa sobre el escenario el relato de una mujer nacida en el seno de una de las familias más prestigiosas del gremio de la imaginería andaluza y que aprendió el oficio de su padre, el célebre escultor Pedro Roldán. Con ello pretende difundir su figura a la vez que compartir la universalidad de un personaje que superó las expectativas de su género en la decadente corte de Carlos II El Hechizado.

La obra está basada en la novela Por los sombríos corredores del Alcázar, de Arsenio Moreno, que adapta el propio Bocanegra. Las últimas funciones en el Teatro Lope de Vega son hoy y mañana a las 20:30 y las entradas tienen un precio que va desde los 4 hasta los 21 euros.