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Sentidos requiebros al arrabal trianero

  • José Antonio Rodríguez Benítez dio el pregón con el que anoche arrancó la Velá de Santa Ana

Sentidos requiebros al arrabal trianero

Las mejores galas siempre se reservan para las grandes ocasiones y, para los trianeros, la de ayer era la más grande del año. Daba comienzo la tradicional Velá de Santiago y Santa Ana y los vecinos del barrio sacaron sus mejores prendas para recibir como es debido su fiesta grande en su acto inaugural. Con el antiguo Hotel Triana como escenario, el pregón de la Velá, realizado por el periodista José Antonio Rodríguez Benítez, fue el arranque de esta fiesta. Arranque muy sentido y trianero y que en muchas ocasiones desató el aplauso del público.

Como es habitual, la antesala del pregón estuvo a cargo de la Banda Sinfónica Municipal que, dirigida por Francisco Javier Gutiérrez Juan, fue un homenaje a Carlos Cano. En la voz de Juan Santamaría sonaron coplas como Chiclanera, con la que abrió el recital, Habaneras de Cádiz o Alacena de las monjas. Agradecido con la ciudad y con "la alegría de cantar en la Velá", Santamaría no quiso bajarse del escenario sin cantar una de las coplas interpretadas por Carlos Cano más conocidas. "No me puedo ir de aquí sin cantar María la portuguesa", y se arrancó a entonar la popular letrilla.

La Banda Municipal y Juan Santamaría homenajearon a Carlos Cano

Con la miel en los labios tras el recital, el público estaba más que dispuesto a escuchar los piropos que Rodríguez Benítez le tenía preparado al arrabal. Previamente, la delegada territorial del Distrito Triana, Carmen Castreño, aprovechó la ocasión para hacer balance del año trianero; recordar las grandes pérdidas, como la de Paquita Rico, Carmen Matínez Moreno, conocida por vender avellanas verdes en la Velá, o Paco Taranto y anunciar algunas novedades. Castreño habló de Cristina Heeren, que ya tiene escuela de flamenco en la calle Pureza y cuya fundación acaba de cumplir 20 años; de Cristina Hoyos y Alicia Alonso, recién nombradas embajadoras del flamenco y la danza clásica respectivamente por la Unesco, y de Matilde Coral, cuya figura es protagonista del documental Acariciando el aire, de Irene Caro, estrenado en la Bienal de Flamenco. Además, la delegada del Distrito Triana, anunció que Juan Espadas propondrá al pleno del Ayuntamiento que la Velá sea declarada Fiesta Mayor de la ciudad.

Tras la buena nueva, un entregado José Antonio Rodríguez Benítez comenzó el esperado pregón. Este "trianero por los cuatro costaos", como lo presentó Castreño, supo hacer de sus palabras el mayor piropo al arrabal. Experiencia y tablas no le faltan. Pronunció en 2002 el pregón de la Juventud de Triana y en 2003 el de la Juventud de la Esperanza de Triana. Pregón por y para los trianeros, el de Rodríguez Benítez evocó a la Triana de siempre, a la de toda la vida. La que sienten los trianeros aunque los años sigan pasando. Hubo tiempo para hablar de costaleros, de las frutas de Cristóbal, "las mejores del mercao", del flamenco por soleares y de la Señá Santana, "que aunque tenga siete siglos, ni una arruguita le sale". Toda una declaración de intenciones, Rodríguez Benítez le habló a Triana como el que está loco de amor. "Que no me esperen despierto. Triana, dame la mano y vámonos pa la calle", exclamó a los cuatro vientos y provocó la enorme ovación del público.

Finalizado el pregón, se entregaron los tradicionales premios, que este año recayeron en el C. D. Balonmano Triana, Trianero del Año; la Hermandad de San Gonzalo y la Escuela de Danza Matilde Coral, premio a la Institución Honorífica; Manuel Bejarano Bohórquez, Ernesto Díaz Infante, José Baras Japón, Francisco Vega Niño, Manuel Rodríguez Quesada y José Mora Garrido, como Trianeros de Honor, y Esther Vaya Ballabriga, Pedro Vangelina y Francisco Agar García, Trianeros Adoptivos.

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