Vivir en Sevilla

La Velá quiere orillar la crisis

  • El barrio se vuelca con su fiesta en la noche del alumbrado · Los precios se mantienen o bajan para animar al consumo

El Puente de Triana ya está iluminado y engalanado con los típicos farolillos verdes y blancos. La Velá de Santa Ana arrancó anoche y el barrio de Triana vivió su primera jornada de fiesta. Antes y después del alumbrado, sus calles se llenaron de un gentío dispuesto a disfrutar de ella.

Esta celebración tiene muchos años de vida y la gente que trabaja en ella sabe qué da de sí su discurrir de día y de noche. Carmela Martínez lleva 40 años en el puesto de avellanas verdes que hay en la Plaza del Altozano: "Aquí trabajamos desde que me casé". A pesar de que el puesto de avellanas se monta para estos días de celebración, Carmela ha vivido numerosos momentos. "En el negocio hemos trabajado todos, mi madre, mi marido que ya no está, mi yerno...".

Los precios de este año han variado poco con respecto a 2011. Muchas casetas y negocios han decidido hacer un "sacrificio" y mantener los precios. Es el caso de la caseta de la Hermandad de la Divina Pastora de Triana. María Prieto trabaja como voluntaria en la caseta de la hermandad: "Hemos bajado los precios. El año pasado las tapas estaban a 2 euros y, en esta ocasión, cuestan 1,50 euros".

Las expectativas de los negocios de la Velá no son muy optimistas. José Antonio Cordero, que trabaja en la caseta de la Hermandad de La O, espera que la gente consuma a pesar de la situación económica: "No se han subido los precios; algunos de ellos, incluso, se han abaratado".

En la otra acera de la calle Betis, los hosteleros no tienen las mismas impresiones que aquellos que regentan las casetas. Luis Fernández, camarero en un restaurante de la zona, aseguró que las ventas en esta semana no aumentan de forma notable respecto al resto del año. "Cuando la gente llega aquí y ve las casetas prefiere consumir en ellas", explica el camarero.

Durante el fin de semana es cuando más afluencia recibe esta fiesta. Visitas que proceden tanto de dentro como de fuera de la propia ciudad. Silvian Racine, joven natural de Suecia, viene por primera vez a la ciudad para hacer turismo. "Desconocíamos este evento pero nos ha encantado pasar por aquí", comenta.

Detrás de esta fiesta hay un gran esfuerzo por parte de los que han trabajado para montarla entre 5 y 7 días. Todo ello para que los asistentes se relajen y vivan la tradicional Velá de Triana.

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