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Alimentación infantil

La merienda, la gran olvidada por niños y mayores

Unos niños participan en un taller de cocina para aprender hábitos alimenticios saludables.

Unos niños participan en un taller de cocina para aprender hábitos alimenticios saludables. / D. S.

A pesar de ser una de las cinco comidas al día recomendadas por los expertos, la merienda es la menos valorada, y es que la mitad de los andaluces la considera como la menos importante del día.

Tanto es así, que sólo un 44% de los adultos merienda todos los días, y apenas un 19% la planifica. Aunque la merienda puede incluir alimentos muy diversos, ofrece una oportunidad clave para incluir una de las cinco raciones entre fruta y verdura diarias recomendadas por los expertos.

No obstante, los datos demuestran que todavía queda un largo camino por recorrer. Y es que el 47% de los niños andaluces no merienda fruta fresca, y solo el 46% de los adultos que meriendan, la incluyen.

Así lo refleja el II Estudio Lidl Cinco al Día sobre los hábitos de la merienda en España, que se enmarca dentro de la iniciativa Plan Merienda y que refleja que, a mayor edad, menos se merienda y con menor frecuencia se incluye fruta o verdura.

Tanto es así, que a pesar de que en la infancia prácticamente la totalidad de los niños realizan esta comida (96%), en el caso de la adolescencia la cifra está en torno al 72%, mientras que en la edad adulta se reduce aún más.

La errónea creencia entre los andaluces de que la merienda es cosa de niños (39%), el miedo a engordar (11%) o pensar que se trata de una comida complementaria para quienes comen poco a mediodía (73%) son las razones por las que se omite esta ingesta.

Para el doctor Ramón de Cangas, dietista, nutricionista y doctor en biología funcional, miembro del comité de expertos de la iniciativa, "la merienda es una comida muy interesante, porque entre otras cosas puede facilitar el incremento de la ingesta de grupos de alimentos especialmente beneficiosos como la fruta y ayudar a tener menos hambre en la cena, haciendo que ésta sea más ligera.

En los niños, puede ser conveniente realizar un aprovisionamiento adecuado de energía cada dos o tres horas, siempre que se incluyan alimentos adecuados, distribuyendo de manera correcta las comidas y evitando largos periodos de ayuno".

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