Con los restos de la poda: Espacio EXZéntrico muestra la obra reciente de Jesús Gómez Eljardinero

Una treintena de piezas y objetos funcionales proponen una reflexión crítica sobre la mirada, el paisaje y los recursos

El Jardinero / M. G.

Espacio EXZéntrico, la galería de arte contemporáneo dirigida por la fotógrafa y gestora cultural Inma Puchal, acoge la muestra, Con los restos de la poda, a cargo de Jesús Gómez Eljardinero. Inspirado por la arquitectura, la cultura pop, el diseño radical y la naturaleza, el reconocido paisajista y creador multidisciplinar propone una colección de piezas escultóricas y objetos que transitan entre lo poético y lo funcional.

Con los restos de la poda es una muestra que rinde homenaje al gesto de rescatar, a lo heredado, a lo vivido y propone una reflexión crítica sobre nuestra relación con los recursos y el paisaje", señalan desde la galería.

Jesús Gómez (Jerez de la Frontera, 1964) trabaja bajo el seudónimo Eljardinero. Su ecléctica producción transita del diseño de jardines y vergeles de inspiración vernacular a la creación de objetos funcionales y esculturas. Su propuesta estética ha sido definida como “lujo zarrapastroso”, término que resignifica como una forma de sofisticación bohemia, basada en lo rústico y lo esencial. En su base de operaciones, Casa Algaba y ahora en Espacio EXZéntrico, Gómez propone una mirada distinta hacia el arte y el paisaje: una invitación a detenerse, observar y descubrir belleza en lo menor, lo desapercibido.

Acreedor de un lenguaje visual muy reconocible, ElJardinero eleva lo humilde y lo cotidiano y reivindica la fuerza de lo periférico, apostando por su refugio andaluz como base de operaciones y manifiesto vital. Precedido por un creciente prestigio en el ámbito del paisajismo y la intervención de interiores, traslada a su obra plástica su interés por la ecología y el placemaking en su sentido primitivo: la creación de lugares y momentos para vivir, convivir y contemplar.

'Objetos encontrados' entre lo poético y lo funcional

Con los restos de la poda, Jesús Gómez explora los límites entre el descarte y la creación, entre la utilidad y la belleza, entre lo olvidado y lo reimaginado.

La muestra reúne una treintena de esculturas y "pinturas tridimensionales" que juegan con la frontera entre lo útil y lo contemplativo. Algunas piezas evocan micropaisajes arquitectónicos, como maquetas con color, mientras que otras ensamblan hierro en formas que evocan estructuras urbanas. A lo largo del recorrido expositivo, la obra evoluciona hasta objetos funcionales, como muebles y luminarias “esculturas que se iluminan”, matiza el artista: “la intención es desafiar la idea de lo meramente decorativo o funcional, proponiendo objetos que oscilan entre el arte y el diseño”.

A partir de materiales humildes y literales restos de poda (cápsulas de semilla, recortes de madera, metal y pigmentos naturales), despliega su declaración de intenciones “Rescatar estos restos es como un acto de salvaguarda, porque siento que esas formas merecen algo más que el triturado del compost”.

El resultado es una serie de artefactos de aire totémico, con patrones abstractos y coloristas geometrías que a ratos recuerdan al desenfado de la estética Memphis y vindican la irreverencia, la fluidez onírica y la sed de atmósferas desbordantes de libertad del estilo Bloomsbury. Todo ello desde un recuerdo muy personal hacia la madre del artista “una mujer muy valiosa que crió a 14 hijos y jamás perdió la curiosidad por aprender y crecer”, ha expresado Gómez.

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