Vivir en Sevilla

Los verdiblancos se solidarizan con Ecuador

  • Presentación en sociedad del proyecto deportivo y altruista que realiza el bético Francisco Blázquez en el país americano

El manque pierda no sólo sirve a los béticos para gritarlo en el campo cuando ven a su equipo perder. Francisco Blázquez se estableció en 2009 en el municipio de Samborondón, en Ecuador, después de casarse con Coralia González, oriunda del país suramericano. Durante estos cinco años, este bético natural de Guillena ha trasladado su manque pierda a los niños de la región ecuatoriana, pues no pierde "la esperanza de poder revertir la situación de pobreza e ignorancia" con su "humilde aportación". Ayer, este matrimonio presentó el proyecto Béticos sevillanos ayudan a niños verdiblancos en Ecuador en Boston Cocktail & Bar, gracias a la coordinación del periodista José María Asprón Berro.

La iniciativa tiene su origen en el voluntariado que desempeña desde hace años Coralia González en la Parroquia Santa Teresita del Niño Jesús junto al padre Alfonso, del que dice Blázquez que es "un santo vivo". Este bético observó que, mientras las madres acudían a las charlas instructivas en la parroquia, los niños se aburrían. Fue entonces cuando empezó a entretenerlos con el fútbol. "El deporte los aleja de los vicios y les aporta valores, convirtiéndose en una herramienta fundamental para alejarlos del bucle de la pobreza", comenta su esposa, abogada de la Fundación Santa Teresita.

En un primer momento, Blázquez formó un grupo de unos 20 niños y contactó con otros béticos en España, como la Peña 15-J, para conseguir material deportivo. Hoy, para llevar a cabo su proyecto de escuela de fútbol, donde acogerá a más de 120 niños -entre los 6 y los 14 años- en la localidad de Buijo Histórico, el matrimonio pide la colaboración no sólo de los béticos, sino de toda la ciudadanía. "Hace falta material deportivo, didáctico y aportación económica para terminar la escuela", apunta Blázquez. En la escuela, se impartirán sesiones de disciplina deportiva y charlas formativas para "inculcar valores a los niños".

Ayer, durante el acto, Eduardo Anzarda se unió a la iniciativa y, en representación de la Fundación Real Betis Balompié, entregó al proyecto cuatro cajas de balones, camisetas, banderas y banderines del club verdiblanco. José Emilio del Pino donó, de parte de la Federación Sevillana de Fútbol y Cedifa, equipaciones completas para tres equipos de fútbol y material didáctico. "Se aceptan indumentarias que no sean béticas", comentó risueño Del Pino. La ferretería industrial Roma aportó, de manos de Manolo Moreno, equipaciones para dos equipos. La Asociación de Béticos Veteranos, cinco balones y equipaciones para veinte niños. Por último, el bufete Arenas-Morgado donó libros de la Semana Santa.

La pareja estará en Sevilla hasta el próximo 21 de abril para "disfrutar de la ciudad en su semana grande" y para regresar con "el deber cumplido". "Parece que gracias a la solidaridad verdiblanca", comenta Blázquez, "el problema va a ser meterlo todo en el avión de vuelta a Ecuador".

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