No sólo crean estilo, también convierten la moda española en sinónimo de glamour y elegancia, posicionando nuestro país como referente de creatividad, diseño e innovación. Desfiles como el de Matilde Cano, que nos transporta a la época victoriana, se fusionan con el de Jordi Dalmau y su Novia Vampiresa, causando así, un impacto de luz, color y sonido inolvidable a los allí presentes, como Mónica Pont, que al igual que yo, quedó maravillada con la puesta en escena de estos dos grandes profesionales.
La proyección del cortometraje de Jordi y su ELUMM, consiguió transmitir la energía y fuerza que encierra la creatividad, transformándola en libertad. El kissing room que ambos diseñadores organizaron juntos, supuso una de las citas ineludibles de bloggers e instagrammers como Eloy Privé, Ana García, Erik Putzbach, María José Cayuela e Iynn Quanjel.
Talentos nacionales e internacionales, marcas de gran trayectoria profesional, así como marcas emergentes de mayor o menor facturación, empresas familiares, sociedades, e incluso pequeños autónomos, de los que destaco El Ropero de Pi con sus estupendos tocados. Allí no se mide el poder de fabricación o distribución, tan sólo cuenta el poder de marcar la diferencia, lo que lleva a una calidad inestimable de diseños y colecciones.
Brutal la imaginación, rompedora la tendencia, arrolladora la fuerza, bestial la repercusión e inolvidable la experiencia. Las pasarelas cambian, se reinventan y en eventos como este, se consolidan como herramientas de desarrollo para la moda, una moda cada vez más sensitiva, consciente y orgullosa de ser catalogada ‘arte’, ‘cultura’ e ‘historia’.
Una de las tendencias espectaculares que se incorporan ha sido presentada por Rosa Clara, con modelos tan relevantes como Rocío Crusset, vestidos espaldas joyas, o la incorporación del choker, propuesta de Jesús Peiro.
Es imposible describir uno por uno la personalidad de los diseños en líneas generales; la belleza estaba presente en todas las colecciones: ¡Sin normas, sin épocas y sin límites!
Es cierto, que cada vez son más las firmas que como Ralph Lauren huyen del formato tradicional de pasarela y presentan sus colecciones con performances o Fashion Events, como esta semana de la moda en Nueva York en la terraza del Hotel McKittrick, donde la interacción entre los modelos y los asistentes resulta innovadora. Pero, hay que reconocer que el networking que se genera en citas como Barcelona Bridal, es fundamental para el crecimiento de las marcas.
Agradezco a @soguescomunicacion la atención con la que me han atendido estos días y, os dejo el reportaje que me llevó a conocer Barcelona Bridal Week Un abrazo – Maica Rivera. www.maicarivera.com
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