Cuando una pareja decide casarse se encamina a dar uno de los pasos más importantes de su vida. Decir que sí a pasar toda la vida junto a otra persona son palabras mayores. Por eso elegir un vestido para la ocasión puede resultar complicado. Pero aquellas que tengan pensado contraer matrimonio próximamente están de suerte. La pasarela SIQ, Sevilla Handcraft & Fashion abre un amplio abanico de propuestas nupciales. Este año se celebra la IV edición, que vivió ayer su primera jornada a los pies del Archivo de Indias.

Entre abanicos y miradas curiosas de extranjeros que se acercaban al lugar, Iván Campaña fue el primero en abrir los desfiles. De nombre Porcelaine, su colección apuesta por la sencillez. Inspirados en la porcelana, en sus diseños abundan faldas con volumen, encajes, aplicaciones en plata y un toque de color. El característico verde de la firma se apreció en algunos detalles a la cintura, que también se dieron en terciopelo negro. Los cuellos a la caja y escotes en la espalda, la apuesta de Campaña. La disparidad de texturas, gasa, crepe, tul bordado, o mikado, una seña más del diseñador onubense.

Segunda en aparecer, llevó a SIQ su colección Belle Femme. De inspiración francesa, Bazarot pensó en las novias, pero también en las invitadas. Sobre la pasarela tres perfectas invitadas de un amarillo suave fueron las primeras en aparecer. Elegantes y femeninos, diseños enterizos, en dos piezas, monocromáticos, con flores, volumen en las faldas. Un estilo romántico que se mantiene en los trajes de novia, donde destacan los escotes a la caja, los cuellos de barco, el rosa y las lentejuelas.

Pensada para novias románticas, la colección de Claudina Mata, Natura, apuesta por las espaldas desnudas y las transparencias. Faldas de tubo, encajes rústicos y complementos naturales como el nácar y las perlas son la esencia de Natura. Con una amplia trayectoria, Ibernovia (de la mano de Inma Bellido) presentó Vuelo de mariposas. Tras ella, se pasó del leve aleteo al baile pasional con Tango, la propuesta con la que la modelo María José Suárez puso fin a la primera jornada. Inspirada en esa danza, la colección tiene como seña de identidad los tonos pastel, celeste, nude y gris, y los más vivos, buganvilla, rojo y azul. Tango está pensada para embellecer el cuerpo de la mujer, de ahí que los tejidos que predominen sean el tussord balenciaga, las gasas chifón o el crepe.

Pilar Larrondo