Anna Wintour

La 'jefa de la moda' cumple años

EFE/Andrew Gombert

EFE/Andrew Gombert

La editora jefe de la edición estadounidense de la revista Vogue puede marcar camino, dictar caídas y encumbrar carreras, sentenciar el fracaso o el éxito de un diseñador. No es ningún secreto que El diablo de viste de Prada se refería a esta mujer londinense que cumple 65 años.

Sí, antes de Anna Wintour existían revistas de moda. Vogue antes de que ella asumiera el mando en 1988, pero esta pequeña inglesa le dio completamente la vuela a la revista tal como había hecho antes con la edición británica. La publicación dejó de informar de tendencias para marcarlas. "Estar en Vogue tiene que significar algo", dijo en cierta ocasión Wintour. "Tiene que ser un premio, una confirmación".

En la actualidad la revista se ha convertido para todos los creyentes en el moda en una especie de biblia que cuenta con 11 millones de lectores a los que no parece molestar las decenas de páginas de publicidad antes siquiera del índice. Por norma hay dos o tres veces más páginas con publicidad que con texto.

Se dice de ella que es arrogante y categórica. Los defensores de los animales no le guardan cariño por llevar cada cierto tiempo las pieles a su portada y en varias ocasiones le han lanzado tortas, sangre falsa o bombas de harina.

Otros la acusan de poner de moda artículos costosos y eso que se presenta como una demócrata convencida. Apoyó a Barack Obama con una cena para recaudar fondos en la que cada cubierto costaba 40.000 dólares. Incluso llegaron a circular rumores de que el mandatario pensaba nombrarla embajadora en Reino Unido.

Se la conoce también como "Nuclear Wintour", en referencia al frío invierno nuclear que, según las teorías, seguiría a una bomba nuclear. Está considerada una mujer parca en emociones en el trato con su redacción y sus juicios sobre moda, gastos o incluso trabajadores tienen gran peso. Para la revista Forbes, la "mujer más respetada del mundo de la moda" ocupa el puesto 39 en la lista de mujeres más poderosas del mundo. La número uno es la canciller alemana, Angela Merkel.

Si en un importante desfile de moda la silla de Wintour queda vacía, el desfile deja automáticamente de tener importancia. Sin embargo, si de repente acude, se presenta con su impertubable rostro, que suele cubrir con gafas de sol.

Pero Wintour es también incentivadora. No sólo tiene ojo para las tendencias sino también para jóvenes diseñadores. Ella se fijó en John Galliano o Marc Jacobs. Y la escritora Plum Sykes debe en gran parte su éxito a Wintour.

El libro que escribió una de sus ex colaboradoras, Lauren Weisberg, no la ayudó. Pero la novela se convirtió en un éxito gracias a la película homónima: The Devil Wear Prada (El diablo se viste de Prada). Y a persar de todo, cuando la película se estrenó en 2006 con Meryl Streep y Anne Hathaway de protagonistas, Wintour acudió al estreno. Vestida de Prada.

DPA

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