Moda flamenca 2018

Flamencas entre arcos de medio punto

  • La pasarela VIVA coge el relevo de We Love Flamenco y presenta propuestas hasta el sábado

En un enclave que vuelve a brillar como lo hizo antaño. Como centro neurálgico de compras, de telas y de patrones. En plena calle Francos, los almacenes Peyré albergaron ayer el comienzo de VIVA, la segunda pasarela de We Love Flamenco. La importancia de una atmósfera que hace partícipe a Sevilla de su propia esencia, de su yo más enraizado, del tributo a su traje femenino por excelencia. Entre los arcos de medio punto serpentearon las propuestas de Notelodigo, el primer desfile de la tarde, a las 19:30, seguidas de las de Lucía Herreros. En un entorno mucho más diáfano por el que tiempo atrás anduvieron compradores con ganas de dar vida a los tejidos, los diseños de Notelodigo rindieron tributo a la tradición flamenca. Vestidos canasteros, lunares medianos y mantones sobre los hombros, en los que los bordados de flores compartían protagonismo con tejidos más modernos como el terciopelo.

Vaporosas faldas a doble tela, volantes de rizo en cascadas, trajes de un solo color y mangas hasta el codo, sobre un entorno regado de claveles rojos. Lucía Herreros ha sido más ella. La diseñadora va asentando las bases de su estilo con vestidos que arriesgan con escotes a la espalda con abotonadura superior. Su apuesta pasa por telas transparentes de lunares aterciopelados que hacen un juego óptico de un dos piezas bien conseguido y mimetizado en el mismo color. Azules que parecen negros y dualidades de rosas y burdeos que sobresalen por las enaguas al ir en movimiento. Elegantes fruncidos en el cuerpo con telas lycradas. En los complementos, pendientes, pulseras y abanicos de cestería, una de las propuestas más interesantes que se vieron sobre esta pasarela que seguirá hasta el sábado.

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