Calle Rioja

Toma de Granada con escala en el Alcázar de Sevilla

  • Historia. Los Reyes Católicos llegan al Alcázar en 1477. Quince años después completan la Reconquista. En este palacio nació su hijo el príncipe Juan y se casó su nieto el emperador Carlos

Una vista del Alcázar de Sevilla, donde se alojaron los Reyes Católicos en 1477.

Una vista del Alcázar de Sevilla, donde se alojaron los Reyes Católicos en 1477. / Juan Carlos Muñoz

Hoy se cumplen 532 años de la toma de Granada. El hito histórico de una mujer excepcional. Quince años antes de aquel 2 de enero de 1492, año en el que pasan tantas cosas (el Descubrimiento de América, la Gramática de Nebrija, la expulsión de los judíos), los Reyes Católicos llegan al Alcázar de Sevilla el 24 de julio de 1477 en plena guerra de Sucesión castellana. En este mismo palacio nacerá su hijo el príncipe Juan (30 de junio de 1478), que va a morir en Salamanca con apenas 18 años, seis meses después de casarse; en el Alcázar se casará su nieto Carlos en 1526 con su prima Isabel de Portugal.

A principios de diciembre, con la sabia mano de Antonio Puente Mayor, hicimos por tierras de Castilla y Extremadura la ruta de Isabel la Católica. La reina más andaluza, porque vivió algo más de medio siglo (1451-1504) pero lleva más de medio milenio enterrada en Granada, para desazón de quienes le tenían preparado un panteón en Toledo, primera etapa de esa ruta por los territorios de la historia.

En Toledo nace Juana la Loca, hija de los Reyes Católicos, y muere Isabel de Portugal, la hermosa esposa de Carlos V, en un monasterio que en la actualidad es el Palacio de Fuensalida, sede de la presidencia de Castilla-La Mancha. Toledo conserva la segunda mezquita más antigua de Europa después de la de Praga. En su catedral intervino como arquitecto un hijo del Greco, el artista griego unido por los siglos a la ciudad de los cigarrales. Toledo fue convertida por Carlos V en capital del imperio alemán. Ciudad que ha sido capital visigoda, árabe, judía, cristiana, centroeuropea y ahora castellano-manchega Ávila es su muralla. El mayor monumento iluminado del mundo. Problemas económicos del Ayuntamiento abulense en el siglo XIX evitaron que corriera la misma suerte que las puertas de Sevilla o buena parte de su muralla. Ahora es el principal reclamo del turismo nacional e internacional. La muralla y sus dos principales embajadoras. Isabel la Católica muere en 1504 y Teresa de Jesús nace en 1515.

Por once años no coincidieron. Las dos hijas de Ávila, la santa en la capital, la reina en Madrigal de las Altas Torres. Las dos mueren de cáncer de útero. Dos estandartes de la cristiandad. Las únicas mujeres cuyos bustos jalonan el friso de personajes que jalonan el semicírculo de la Plaza de España de Sevilla.

La reina Isabel nace en Madrigal de las Altas Torres, el pueblo donde se casaron sus padres. El espacio es ahora un convento de las agustinas. La infancia la pasa en Arévalo. En Segovia se autoproclama reina de Castilla; en Salamanca es donde en 1486 recibirá la visita de Cristóbal Colón, que va a venderle el proyecto del viaje a Indias en el que resulta fundamental Diego de Deza, inquisidor y confesor de Isabel la Católica. Ávila tiene una fuerza magnética. En la plaza de Pedro Dávila se compró Orson Welles una casa durante el rodaje de Campanadas a medianoche y Delibes menciona ese espacio en su novela La sombra del ciprés es alargada.

Isabel se proclamó reina en Segovia, que fue Cáceres en la serie de televisión

Salamanca tiene la singularidad de contar con dos catedrales separadas por cinco siglos de diferencia. Como con la muralla de Ávila, no había presupuesto para tirar la más antigua, que a diferencia de la moderna, no sufrió ningún desperfecto tras el terremoto de Lisboa de 1755. La Universidad de Salamanca, la cuarta más antigua de Europa después de Bolonia, Oxford y la Sorbona, se funda en 1218. Por dos años, su octavo centenario se salvó de los estragos de la pandemia.

Los que la visitan pueden conocer perfectamente conservadas las aulas de Francisco de Vitoria, de Fray Luis de León, que sería condenado por la Inquisición, y de Miguel de Unamuno, rector en dos periodos separados por su destierro durante la dictadura de Primo de Rivera. San Juan de la Cruz, abulense de Fontiveros, o Pedro Calderón de la Barca, fueron alumnos de la Salmantina. Se recuerdan las cátedras de Enrique Tierno Galván, que fuera alcalde de Madrid, y de Francisco Tomás y Valiente, que llegó a presidir el Tribunal Constitucional y murió en su despacho asesinado por un esbirro de Eta.

La ruta de Isabel la Católica coincide en sus escalas geográficas con la de Adolfo Suárez: nació en Cebreros (Ávila), estudió en Salamanca (alumno de Manuel Clavero Arévalo antes de que éste volviera a Sevilla) y fue gobernador civil de Segovia. Una estatua de tamaño natural lo recuerda cerca de la muralla y está enterrado con su mujer, Amparo Illana, en la Catedral de Ávila con el lema La concordia fue posible. En la Catedral abulense, donde hay una obra escultórica de Nicomedes Díaz Piquero, están enterrados el primer presidente de la Monarquía parlamentaria y Claudio Sánchez Albornoz, que fue presidente de la Segunda República en el exilio.

Es también la ruta de los Comuneros. En la Casa de las Conchas de Salamanca, edificio que llegó a ser propiedad por un curioso pleito de la Junta de Andalucía, nació Pedro Maldonado. En Segovia vivió Juan Bravo. Ellos y Padilla lideraron la revuelta de los Comuneros que acabó en la batalla de Villalar y la decapitación de los tres por orden de Carlos V el 23 de abril de 1521, día que ahora es la fiesta de Castilla y León. Cuatro días después, moría Fernando de Magallanes en una escaramuza en una isla de las Filipinas en pleno viaje a las islas de las Especias. Un viaje que en realidad se inició en Valladolid cuando el rey Carlos V, el que nace en Gante y se casa en Sevilla, dio el visto bueno al proyecto.

El acueducto de Segovia es de la época de Trajano. Tiene 166 arcos, tantos como pesetas vale un euro. Fue construido con cimientos de granito entre los ríos Eresma y Clamores. El Alcázar de Segovia fue residencia de reyes desde Alfonso VI, el que gana Toledo a los árabes en 1085, hasta los Reyes Católicos. Subimos al Alcázar por la calle Daoiz y bajamos por Velarde. Los héroes de mayo de 1808 están enterrados en Segovia. En una perpendicular de esas calles estaba la pensión en la que se alojó Antonio Machado cuando estuvo de profesor.

Cáceres hizo de Segovia en la serie Isabel. El cronista encuentra en la Comandancia Militar de la ciudad extremeña planos del Centro de Instrucción de Reclutas Santa Ana donde hizo el campamento de la mili el verano de 1978. La Comandancia es la sede del Regimiento Argel 23. Los Reyes Católicos se alojaron en el Palacio de los Golfines. Además de Isabel la Católica, Adolfo Suárez y los comuneros, es también la ruta de Franco: después del levantamiento africano, pasó por Sevilla (palacio de Yanduri), Cáceres, Salamanca (palacio del obispo) antes de formar en Burgos su primer Gobierno de insurrectos.

Ruta también de los místicos de Ávila, Teresa de Jesús, quinta de los doce hijos de Juan Alonso, y san Juan de la Cruz, interpretados en la pantalla por dos buenos amigos y excelentes actores, Concha Velasco y Juan Diego. Una ruta tan mística que las paradas técnicas fueron en Pedro Abad (Córdoba) en la ida, y en Monesterio (Badajoz) en la vuelta. La reina Isabel preparó en Sevilla la toma de Granada 244 años después dela rendición de Axataf a Fernando III. En Madrigal de las Altas Torres, Cabo Cañaveral de esta historia, coincidimos con el pintor Ricardo Suárez. ¡Qué momento!

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