Metro de Sevilla

Competición de vítores y abucheos en la visita de los políticos al barrio de Pino Montano de Sevilla

Sánchez y Moreno en el acto de presentación de las obras de la línea 3 del Metro de Sevilla

Sánchez y Moreno en el acto de presentación de las obras de la línea 3 del Metro de Sevilla / Juan Carlos Vázquez Osuna

Aplausos y abucheos a un lado y otro de la calle Agricultores, una de las arterias principales de Pino Montano. Hasta este barrio sevillano, situado al norte de la capital andaluza, se ha trasladado este lunes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para el inicio de las obras del subramo uno del tramo norte de la línea 3 de Metro, una denominación tan larga como los pitidos y vítores que se han escuchado en dicha vía esta mañana. 

Una presencia, la de Sánchez, que no se anunció hasta bien entrada la tarde del domingo y que obligó a cambiar la agenda de numerosos políticos y hasta de los medios de comunicación. No es para menos si se tiene en cuenta lo poco que se prodiga el presidente de los españoles por estos lares.

Un buen número de vecinos del barrio (uno de los núcleos con mayor población de la ciudad) se han dado cita en las inmediaciones de la carpa instalada para el acto en el que también han estado presentes el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno; y el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz. Ambos han recorrido previamente varios negocios de Pino Montano para traerles la buena nueva del día: comienzan las obras del suburbano que permitirá llevarlos al centro de la ciudad en pocos minutos. En esta ruta no podía faltar un bar, sector de gran fuerza en la ciudad y que tanto condiciona las políticas municipales. 

Junto a ellos, un sinfín de consejeros del Ejecutivo autonómico y también de concejales del Ayuntamiento que han ocupado asiento en dicha instalación. A Sánchez lo han acompañado el ministro de Transporte y Movilidad Sostenible, Óscar Puente (a quien los representantes del colectivo Sevilla Quiere Metro han entregado un documento al final del acto); y la ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez (en su segunda visita a Sevilla en menos de una semana después de que el pasado jueves acudiera a una convocatoria de la Hispalense y a otra de la Diputación). 

La recogida neumática

Abucheos y aplausos ha habido para todos. Un grupo de vecinos de Pino Montano han aprovechado la presencia del alcalde para exigir -con pancarta incluida- que no se retire la recogida neumática de residuos del barrio. No han dudado en pitar en una de las aceras durante la intervención del regidor, quien ha recordado las carencias que sufre la ciudad en materia de policías nacionales, infraestructuras y en vivienda (tras la polémica con la supuesta retirada de subvenciones nominativas en este ámbito). Vecinos que sí han aplaudido el discurso de Pedro Sánchez al grito de "¡presidente, presidente!". 

En la acera contraria (con la carpa de por medio en el paseo central de esta calle), un reducido grupo de asistentes pitaban al presidente mucho antes de su llegada. "¡Vendepatria!", se ha escuchado decir a uno de los presentes, mientras otro joven no paraba de silbar durante el acto. El buen estado de sus pulmones ha quedado más que demostrado. Tales expresiones han sido contestadas por residentes situados en la misma acera, quienes les han replicado al grito de "¡Fuera fachas y Cayetanos de Pino Montano!" y con frases de apoyo al mandatario español: "¡Sánchez, presidente!". Reflejo perfecto de la crispación que vive el país. 

Desde la Expo

Juanma Moreno no ha perdido tampoco la oportunidad para reclamar al presidente del Gobierno una financiación autonómica "justa y en igualdad de condiciones" con otras comunidades. Exigencias a las que Sánchez ha contestado recordando la inversión realizada en Sevilla desde 2018 (cuando llegó a la Moncloa). Ha asegurado que en este periodo se han destinado desde el Ejecutivo central 113 millones más a la capital andaluza que en las legislaturas del popular Mariano Rajoy. Y, por si fuera poca la comparación, ha afirmado que este volumen de inversión se asemeja al realizado en 1992, con motivo de la Exposición Universal de aquel año y cuando al frente de la presidencia española se encontraba otro socialista, sevillano, Felipe González (muy crítico, por cierto, con las políticas sanchistas).  

Tras las intervenciones y una vez acabado el acto, los fotógrafos han sudado lo suyo para lograr una imagen de Sánchez, Moreno y Sanz juntos. Ni una imagen posando los tres. Todo ello mientras en las dos aceras continuaban sonando pitos y palmas. Las dos Españas en el corazón de Pino Montano, un barrio con 32.000 vecinos, seis colegios y cinco institutos, y que en un futuro (se supone cercano) tendrá tres paradas de Metro. 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios