Huelva

La Audiencia desvincula a la mujer del pederasta del asesinato de Mari Luz

  • El Tribunal cree que no hay indicios de que Isabel García ocultase pruebas o favoreciera la huida de Santiago y Rosa del Valle · Se mantienen los cargos de asesinato y delito sexual contra el principal imputado

La mujer del pederasta Santiago del Valle, Isabel García, queda libre de toda responsabilidad por la muerte de la pequeña Mari Luz Cortés, cuyo cadáver apareció en aguas de la ría de Huelva a los 54 días de su desaparición (13 de enero de 2008), y no se sentará finalmente en el banquillo de los acusados cuando se celebre el juicio por el asesinato (que podría fijarse dentro del primer trimestre de 2010).

Los argumentos esgrimidos por la representación legal de Isabel García, que ejerce desde el pasado junio el letrado Leonardo Ponce, para desbaratar el auto de procesamiento dictado por el Juzgado de Instrucción número 1 de Huelva han ganado la batalla ante la Audiencia Provincial, que ha estimado la apelación y ha decidido retirar los cargos (encubrimiento) que pesaban contra la mujer: Isabel García deja de estar imputada en la causa. "Este tribunal disiente del auto de procesamiento", al considerar que "no se dan elementos objetivos bastantes" de los que extraer que existan indicios racionales de criminalidad por un delito de encubrimiento.

El auto de la Sección Primera de la Audiencia onubense, al que ha tenido acceso este diario, señala que el análisis de las diligencias instruidas por el juzgado viene a "reforzar las dudas" tanto sobre los indicios materiales en relación tanto con la ocultación del hecho (la muerte de la niña) como en el favorecimiento de la fuga de los hermanos del Valle. Explica la Audiencia que, al margen de que por el hecho de ser cónyuge de Santiago del Valle, Isabel García puede ser declarada como irresponsable penal (al no tener la obligación de denunciar lo que sabía), concurre además la denominada excusa absolutoria, e insiste el tribunal en que "no encontramos elementos incriminatorios por los que imputarle siquiera un delito de encubrimiento por actos de ocultación de pruebas y favorecimiento de la huida", que estarían además "exentos de pena, como reconoce el Ministerio Fiscal".

Según la Audiencia, la autoría material o participación de Isabel García mediante actos u omisiones "se limita al conocimiento posterior que pudiera alcanzar sobre la implicación de su marido y su cuñada en la desgraciada muerte de Mari Luz y la colaboración que prestase en la huida", que reduce a "un mero acompañamiento".

Sin pruebas en su contra, salvo que apareciera algún indicio antes de la celebración del juicio por el asesinato de la niña, Isabel García podría salir en libertad en marzo de 2010, cuando finalizará la condena que cumple en estos momentos por permitir los abusos sexuales que su marido cometió contra su hija, también menor. De hecho, no existe ninguna medida cautelar sobre la esposa del pederasta, que fue imputada desde que el matrimonio y Rosa del Valle fueron detenidos en Cuenca, pero nunca llegó a estar en calidad de detenida e incluso, tras el arresto, mientras los hermanos del Valle pasaron su primera noche en las dependencias policiales, Isabel durmió en una pensión aunque vigilada de cerca por los investigadores.

La Audiencia, sin embargo, deja en la misma situación al pederasta respecto a su participación en el crimen. El recurso presentado por la defensa de Santiago del Valle, Juan López, queda desestimado y, por tanto, se mantienen las imputaciones por asesinato y por un segundo delitos de agresión sexual. Queda abierto "el uso de la violencia" en el ataque a la niña y, a la vista de los informes forenses, "no se puede descartar por ahora la realización de actos que atentan contra la libertad sexual de la menor", destacando los antecedentes de Del Valle y sus declaraciones.

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