Mientras las grandes actrices de este mundo mundial, -desde Hollywood hasta el cine español, pasando por el europeo-, alzan sus quejas contra los pocos papeles que les brinda el séptimo arte al pasar los cuarenta, y no digamos el medio siglo de vida, a las profesionales dedicadas al teatro les ocurre todo lo contrario. Estas ven como sus alargados años en las tablas se convierten en un grado de experiencia inagotable al que siempre se le puede sacar partido. La vida es puro teatro, ya se sabe; pero también el teatro da vida, y no sólo a las actrices que han desarrollado toda su carrera sobre los escenarios, sino también a aquellas que han descubierto esta apasionante profesión a una cierta edad madura, cuando se ven libres de existenciales y cotidianas ataduras.

Y no hay mejor vehículo para convertir esa profesión frustrada en una realidad palpable que las aulas de teatro para mayores. Estos talleres interpretativos proliferan por ciudades y pueblos de toda España. En Huelva, concretamente, existen un buen número de ellos, cuyo fin, a priori, no es hacer de sus participantes estrellas del 'star system'.

"El objetivo de estos talleres es que estas personas se diviertan. Que pasen un buen rato mientras estén participando en él", apunta Luis Suan, director del Aula de Teatro de la Fundación Cajasol, desvelando que la magia del teatro no pisa los escenarios. "La magia se encuentra dormida entre bambalinas, esperando confidencias, vivencias, recuerdos por compartir, y en este taller ha existido mucha magia, y cuando ésta sobrevuela por las tablas, esta magia se traspasa a la obra que se esté preparando".

Este aula acaba de estrenar, con un inusitado éxito de público, su última propuesta escénica. 'Taller de costura', escrita por el actor José Antonio Ruiz y por Suan, se presenta como una pieza salpicada de buen humor negro, donde un grupo de costureras se enfrentan a una grave crisis provocada por la escasez de pedidos y la feroz competencia de las multinacionales. De repente, un maletín forrado de dinero, y unos cuantos asesinatos, darán un giro de 180 grados a sus preocupaciones. Y hasta ahí podemos contar, porque según informa este director curtido en el mundo del celuloide, el triste final al que estaban abocados estos estrenos de un solo día, va a tomar otros derroteros.

"Ante el éxito obtenido, desde la Fundación nos han propuesto embarcarnos en una gira por la provincia, presentando esta comedia en teatro, asociaciones y asilos. Estamos radiantes de felicidad, ya que todo este año de trabajo se verán recompensados con un buen número de representaciones. Era una pena, derrochar tanto esfuerzo para una sola función que, para colmo, no cuentan con un valor crítico fiable pues el aforo se cubre de amigos y familiares".

Con una película a sus espaldas, 'La sombra del camaleón', rodada en Huelva, y tras realizaer varios documentales y anuncios, este colombiano afincado en esta ciudad desde hace ya siete años, dice que se enfrentó a esta nueva propuesta con "mucha paciencia. Nunca antes había trabajado con personas mayores y aficionadas al teatro. Sin lugar a dudas, la experiencia ha superado todas las expectativas. Creo que he recibido yo más que ellos. He aprendido a escuchar a las personas mayores que, en contra de la opinión general, guardan muchas cosas buenas e interesantes que contar, como las que me contaron Carmen Sancho, Ana Vázquez, Pepita Macías, Magdalena Gutiérrez, Ceci Ventura, Aurora Larios, Ana González y el único hombre en esta aventura, Carlos Rodríguez". Todos ellos con más de 60 años de vida y algunos con nueve años sobre las tablas, desde que se inaugurara este taller. Nunca es tarde, si la dicha por vivir es auténtica, y está siempre alejada de toda farsa teatrera.