La comarca sufrió ayer la estampida de todos los estudiantes universitarios que realizan sus labores fuera del Campo de Gibraltar. Patricia, tras pasar unos placenteros días de descanso en su pueblo, Los Barrios, tuvo que despedirse de su familia en la noche del 6 de enero para volver a la rutina en Málaga. Allí, además de estudiar Psicología, trabaja como becaria en una empresa de trabajo temporal. Aplicar los conocimientos adquiridos durante la carrera a la selección de personal para otras empresas, su labor desde hace ya seis meses, le ha servido a Patri, para adquirir una gran dosis de seguridad en sí misma y para darse cuenta de que las cosas que se estudian en la Universidad, al final, sirven de mucho. A todo ello hay que sumarle las aptitudes personales, y ella de eso tiene mucho.

Enero le trae, como a los todos los estudiantes, exámenes, fechas límite para entregar trabajos y muchas horas de estudio, acompañadas de otras tantísimas de estrés. Este año Patri tendrá que hacer encaje de bolillos para luchar contra el cansancio y aplicar el tiempo que le deja libre la oficina al estudio. Wenceslao y Esperanza, sus padres, pueden estar muy orgullosos de ella.