Semana Santa Jerez 2024

Así fue el Miércoles Santo: Las Tres Caídas fue la única que, mojándose, alivió una jornada para el olvido

El Señor de la Salud de las Tres Caídas, entrando en Alameda Cristina.

El Señor de la Salud de las Tres Caídas, entrando en Alameda Cristina. / Miguel Ángel González

Esta del 2024 está siendo la Semana Santa de los partes meteorológicos. Mucha sobreinformación sobre el tiempo. Algunos decían por la mañana que vamos a tener una gota fría. Otros, más optimistas, dando vuelos a la esperanza de que el Jueves Santo podrían salir algunas cofradías. Pero la realidad es que, este año, la Semana Santa viene mutilada ante las borrascas y aguaceros. El tiempo, nuevamente, lo descompuso todo en la jornada del Miércoles Santo.

A las tres de la tarde, hora prevista para que el Soberano Poder pusiera su cruz de guía en el barrio de La Granja, la hermandad comunicaba que pedía una hora más para decidir. Pero el fuerte viento, el cielo ceniciento y el aguacero que caía diez minutos antes de las cuatro de la tarde, fueron decisivos. Ante la tesitura y con charcos en las aceras, la junta de gobierno decidía quedarse en su templo. Era la primera en dar la mala noticia. El Soberano no salía.

Minutos más tarde, el Consuelo no pedía ni la hora pertinente. Comunicaba que la cofradía se quedaba en Las Viñas. Era la segunda de las hermandades que, manejando partes y malas previsiones, decidía también no salir.

Tristeza en la hermandad del Soberano Poder. Tristeza en la hermandad del Soberano Poder.

Tristeza en la hermandad del Soberano Poder. / Manuel Aranda

La sorpresa saltaba en el santuario diocesano de San Lucas. La cofradía de las Tres Caídas, con quince minutos de retraso con respecto a su horario, se echaba a la calle. Así era. La cruz de guía se plantaba en la puerta lateral del histórico templo y, ante una tarde muy desapacible, la cofradía comenzaba a avanzar. El Señor de las Tres Caídas salía bajo los mandos de Alfonso Oñate sorteando la complicada puerta. Y así fue apareciendo la cofradía entera con el paso del Santísimo Cristo de la Salud, mientras se interpretaba la marcha de Andrés Muñoz, ‘Esperanza de la Yedra’. Tras la marcha, saltaban con las cornetas y los tambores de las Tres Caídas de Arcos, en un estreno nuevo en la hermandad. Sonaba ‘Santa Cruz’, con aires muy trianeros. Quedaba aún la complicada salida del palio de Nuestra Señora de los Dolores. Tomás Sampalo, daba los mandos justos y con elegancia y categoría, el paso salía a la plaza de San Lucas. Sonaba la marcha que lleva el nombre de la Dolorosa y que fue compuesta por Francisco Orellana. Una preciosidad de pieza musical.

La cofradía se rompió cuando ya iba por Tornería. Así llegó a Aladro, totalmente desmembrada. Tres cortejos profundamente cortados. El Señor de las Tres Caídas iba por José Luis Díez y el paso de palio por el convento de Santo Domingo. Comenzaron los chubascos dispersos. El Señor entró en la Catedral y dio la vuelta por el reducto para volver a entrar en la Catedral por el aguacero. Volvió a hacer otra intentona ya definitiva y se mojó de camino a San Lucas. Llegaron a la Catedral el paso del crucificado de la Salud y el palio de Nuestra Señora de los Dolores. Y ahí quedaron unos minutos mientras la junta de gobierno pensaba qué hacer. Finalmente, se decidió irse a su templo y los dos cortejos salieron con la noche ya rota para volver hasta San Lucas.

Hermanos de la Amargura, tras conocer la suspensión de la salida procesional de su cofradía Hermanos de la Amargura, tras conocer la suspensión de la salida procesional de su cofradía

Hermanos de la Amargura, tras conocer la suspensión de la salida procesional de su cofradía / Manuel Aranda (Jerez)

Pocos minutos después de salir las Tres Caídas, la hermandad de la Flagelación anunciaba que tampoco saldría a las calles este Miércoles Santo. Como consuelo ante la Amargura, sonó la banda de la ‘Caridad’ en la puerta de Los Descalzos. La única esperanza estaba puesta en Santiago. Pero justo a la hora en la que la cruz de guía tenía que salir, la hermandad del Prendimiento comunicaba no salir este año. Una joya que vale un imperio, como es el paso de palio del Desamparo, se quedaba en Santiago. Y el Señor, este año con las manos delante, también. La impotencia cofrade corría, junto al frío aire, por las calles de la ciudad.

Consuelo entre hermanos del Prendimiento. Consuelo entre hermanos del Prendimiento.

Consuelo entre hermanos del Prendimiento. / Vanesa Lobo

Definitivamente la jornada quedaba mutilada. Ni la Amargura ni el Consuelo ni los aires a barrio del Soberano ni tampoco Jesús del Prendimiento. Se caían puntales grandes de la jornada. Y las Tres Caídas, elegante y con garbo, continuó su avance hasta llegar a la carrera oficial y hacer su estación de penitencia. Mañana será Jueves Santo y también será otro día. Nada más que comentar respecto a lo que ocurrirá.

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