La actual avenida del Capitán Ontañón, rotulada así en memoria del gran benefactor de la ciudad en sus primeros años del siglo XVIII, cuando renacía de sus ruinas medievales, era conocida como 'el camino al mirador'. En ella se encontraban los cuarteles de Infantería y de Artillería, situado en el fuerte de Santiago. En tiempos romanos y medievales debió de ser un camino que conducía a Gibraltar, pues partía de la puerta homónima, en el lado norte de las murallas medievales, y era continuación natural de la calle Alfonso XI. 

En extremo oeste de la población, en la vega del río de la Miel o era del río Ancho, discurría una calle llamada de Ramón Chíes, político, periodista y escritor español que contribuyó a la formación del Partido Republicano Democrático Federal al estallar la Revolución de 1868; la cual   en 1902 se la conocía como el camino de la Molinilla. Después con la llegada del ferrocarril y la construcción de la estación férrea en esta zona, se le llamaba popularmente 'el callejón de la estación'. Posteriormente se la rotuló con el antropónimo de Agustín Bálsamo, un gran benefactor de Algeciras, el cual dejó en herencia sus bienes a la ciudad. En esta calle se encontraba la fábrica de harinas de la familia Bandrés y posteriormente la citada estación de ferrocarril. En 1945 se construyó el teatro Florida y frente a él se hallaba el colegio de San Ramón, de los padres Salesianos, donde décadas más tarde se edificó la actual parroquia de Nuestra Señora del Carmen. 

Calle Alfonso XI

Si pasamos al lado sur del antiguo cauce del desaparecido río de la Miel, entramos en la Villa Vieja, la Iulia Traducta romana y la Albinyya medieval. Entramos a este barrio por el patio del Coral, antigua puerta medieval de cuya rampa de acceso aún quedan vestigios. Se supone que recibió este nombre porque allí moraban pescadores de este pólipo. En 1857 se le dio el título de calle de la Concepción. La calle San Nicolás recibe este nombre en alusión al del propietario de un sembrado de habas situado en la meseta de la Villa Vieja, el cual lo vendió a Guillermo Smith, consignatario de buques y vicecónsul británico. A su vez, el señor Smith vendió dos tercios de su propiedad a Alexander Henderson para la construcción del Hotel Reina María Cristina. En honor a este empresario, promotor del citado hotel, se rotuló la antes conocida calle del Recreo, en terrenos de la familia Lombard. 

La calle de los Catalanes puede recibir este apelativo porque en ella se instalaron pescadores de la Bahía de los Catalanes de Gibraltar, tras su pérdida. La calle Lechería se llama así con toda probabilidad porque en ella se encontraría un establecimiento expendedor de este alimento. En ella se situaba la capilla de San Servando, cuyas ruinas aún se mantienen; también parece ser que se encontró un escudo de Castilla en el lugar, lo que hace suponer que hubiera un edificio áulico de origen medieval. La actual calle Emilio Burgos, rotulada así en memoria del doctor que compuso el pasodoble La Novia del Sol, dedicado a nuestra ciudad.  Antes se denominaba Marqués de la Ensenada, ilustrado del siglo XVIII, bajo los reinados de Felipe V, Fernando VI y de Carlos III fue secretario de Hacienda, creó el Catastro para recaudar impuestos de forma más efectiva, y consejero de Estado. 

El antiguo callejón de la Vieja se denominó calle Aníbal. La denominación primera se basa en que por esta calle se iba a la Villa Vieja. Callejón de la (villa) Vieja. Otra versión defiende que se llamaba así porque allí vivía una anciana que fue asesinada para robarle sus escasas pertenencias. En cuanto al antropónimo Aníbal, parece ser que tiene su origen el buque de bandera británica, denominado 'Hannibal', el cual participó en la batalla de Algeciras de 1801 entre la coalición de la armada franco-española contra la británica. Fue capturado por los franceses, que posteriormente lo rebautizaron con el topónimo de Algésiras. 

La actual calle Eladio Infante, nombrada así en memoria del que fuera Juez de Paz y secretario del Ayuntamiento algecireño en la primera década del siglo XX, recibió antiguamente el nombre de calle de la Infanta. La calle Pomponio Mela alude al geógrafo romano que presuntamente nació en la antigua ciudad de Tingentera, otro de los nombres por el que se conocía a Iulia Traducta, la Algeciras romana. De comprobarse esto, no sería mala idea la de erigir un monumento en su honor. Esta calle, ya en el extrarradio de la Villa Vieja se sitúa en la zona conocida antaño como “Era de las Torres”. Cerca se encuentra la calle 15 de junio, en alusión a la fecha de las elecciones generales de 1977; durante el Régimen franquista se llamó El Convoy de la Victoria, haciendo referencia al enfrentamiento entre el convoy de las tropas sublevadas provenientes del Marruecos español y la Marina de la Segunda República en el Estrecho.  

El paseo de Victoria Eugenia, que alude a la esposa del rey Alfonso XIII, era conocido antes por la carretera al Faro (de Punta Carnero). La antigua calle Cuatro Vientos, llamada así por converger en esa zona los vientos provenientes de los cuatro puntos cardinales, recibió el nombre de Rayos X, parece ser por una clínica radiológica. La actual calle Ignacio Zuloaga, alusiva al famoso pintor vasco, muerto en 1947, primitivamente era conocida como de Ramón y Cajal, en referencia al insigne científico español. Con este nombre se rotuló la calle que une las avenidas del Capitán Ontañón y de las Fuerzas Armadas, detrás del parque María Cristina. 

El paseo de la Conferencia, rotulado así en memoria de la Conferencia de Algeciras de 1906, se llamaba en tiempos pasados 'del Chorruelo', por la playa homónima que se extendía por toda aquella zona a los pies de la meseta de la Villa Vieja. 

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Si nos dirigimos al sector occidental, nos adentramos en la zona de la Fuente Nueva y en la barriada de la Bajadilla. La calle Fuente Nueva se llamó antaño de Barberán. La calle Vicente de Paúl, llamada así por el religioso francés del siglo XVII, fundador de la congregación de las Hijas de la Caridad junto a Luisa de Marillac, era conocida por Arcos y Barracones, por el acueducto del siglo XVIII, uno de cuyos arcos la cruza, y las construcciones del cuartel de Artillería que existía a la entrada. Posteriormente recibió el nombre de Clemente VI, el papa que concedió la bula por la que Algeciras se erigía en diócesis en 1345. En esta calle se encuentra el colegio de la Huerta de la Cruz, de la citada congregación de monjas. 

En la barriada de la Bajadilla se encuentra la avenida cuyo nombre oficial es 'avenida de la Cañá', porque en tiempos remotos   por allí discurría una cañada de reses. Este vulgarismo de cañá es admisible en el argot popular, pero de ninguna manera debe figurar en el rótulo oficial de la calle, que debería ser 'cañada'. Durante el Régimen franquista recibió el nombre de avenida 18 de Julio, fecha del Alzamiento contra el Gobierno de la Segunda República en 1936. En esta barriada, la mayoría de sus calles llevan los topónimos de ciudades españolas; pero como nota anecdótica, no existen ninguna rotulada como Cádiz y Málaga, y la calle Salamanca, se encuentra fuera de ella, perpendicular a la calle María Auxiliadora. 

En la zona periférica de esta barriada, cercana a la avenida de Agua Marina, construida sobre lo que fue el cauce del arroyo de la Miel, llamada Huertas de las Palmeras, se fueron trazando una serie de calles que se rotularon con nombres de pintores españoles: El Greco, Julio Romero de Torres, Pablo Picasso, Salvador Dalí, Solana y Zurbarán. 

La actual calle María Auxiliadora se denominó antaño la Glorieta, al igual que las actuales calles Salamanca y Domingo Savio. La calle Doctor Barraquer, que alude a un prestigioso oftalmólogo catalán, era conocida antaño con el tunar de Ojeda. La calle Don Bosco, rotulada así en honor del sacerdote italiano fundador de la orden salesiana en el siglo XIX, cuyo colegio se encuentra en esta vía, antaño era conocida como Ciudad Trujillo. Sus callejones perpendiculares reciben los topónimos de países hispanoamericanos, salvo la calle Argentina, situada paralela a la Fuente Nueva, y la calle Nicaragua, sita en la Villa Vieja. Resulta curioso que la calle Cuba figure en el callejero oficial; no obstante, ningún callejón de esta zona se rotula así. 

La calle Pablo Díaz, alarife que construyó el acueducto de la Bajadilla, recibía antaño el nombre de callejón Armstrong, por hallarse en aquella zona el edificio de la corchera de este empresario. 

En el frustrado ensanche de la zona norte de la ciudad se abrió la avenida que debería haber llegado hasta la barriada de la granja, pero se interrumpió en lo que actualmente es la barriada de la Reconquista. Al haberse construido en los años cincuenta, recibió el nombre de Francisco Franco; una vez se instauró la Democracia, fue rotulada como avenida de las Fuerzas Armadas. En esta avenida, para cuyo trazado se eliminó una parte del parque María Cristina, se encontraba la Peña de Miguelín, la cual antes estaba en la esquina de las calles Ancha y Rocha. También estuvo el viceconsulado de la Gran Bretaña y el cine de verano Avenida. En los años sesenta formaba parte del paseo principal de la feria Real, donde se instalaban casetas de turrón y tómbolas. 

Avenida de las Fuerzas Armadas de Algeciras

Una de sus perpendiculares, se llamó Hermanos Álvarez Quintero   y actualmente está rotulada como Agentes Comerciales. La actual calle denominada de Rafael Argelés, famoso pintor algecireño, en los años sesenta y setenta recibió el nombre de División Azul, división de voluntarios de infantería que luchó contra la URSS en la Segunda Guerra Mundial. La actual calle que recibe el nombre de Salvador Allende, en honor al que fuera presidente de la república chilena en los años setenta y que fue derrocado por el Golpe de Estado del general Pinochet, recibió el nombre de 5 de agosto durante el Régimen franquista, en referencia a que, en esta fecha, en 1936, tuvo lugar el enfrentamiento entre el llamado convoy de la Victoria, del bando sublevado, y la marina republicana en el paso del Estrecho. 

La actual calle Benlliure, antropónimo que hace referencia al escultor valenciano muerto en 1947, era conocida antaño como del Mirador, de igual manera que el estadio de fútbol, que hubo junto a la playa de Los Ladrillos. La avenida de Pérez Arriete, que bordea esta desaparecida playa, era conocida como camino al cementerio, ya que por ella se llegaba al camposanto construido en 1848. Se rotulo con el nombre actual en memoria al que fuera antiguo cronista de nuestra ciudad en los años 1960 y 1961. La actual calle llamada Nazaret se denominó antaño El Hoyo de los Caballos, seguramente porque en esa zona se enterraban los equinos muertos durante las corridas de toros. 

Para concluir, hemos de comentar que ninguna calle de nuestra ciudad se ha denominado Fernando VI, que otorgó el título de ciudad a Algeciras en 1755, o a Carlos III, que fomentó el desarrollo urbano de la incipiente ciudad en la segunda mitad del referido siglo. Tampoco ninguna calle o avenida llevan los antropónimos de Juan Carlos I, promotor indiscutible de la llegada de la democracia en 1977, y defensor del orden constitucional en 1981 ni de su hijo, el actual monarca Felipe VI, defensor del orden constitucional en 2017. En cambio, se han rotulado calles con nombres 'anecdóticos' como Gesto por la Paz, Agentes Comerciales, Abogados de Oficio o Donantes de Sangre.