Almería

Las 3 de 1979

  • Solo hubo tres alcaldesas en la provincia cuando, hace 45 años, se constituyeron los primeros ayuntamientos democráticos

Adoración Antolín Sorroche en Uleila; Carmen Amate Cruz en Pechina y María Villalpando Nieto en Senés

Adoración Antolín Sorroche en Uleila; Carmen Amate Cruz en Pechina y María Villalpando Nieto en Senés / Fotos: Revista “Andalucía en la Historia” del Centro de Estudios Andaluces

Esta primavera se cumplen 45 años de la constitución de los primeros ayuntamientos democráticos. Dos semanas después de las elecciones del 3 de abril de 1979, los días 19 y 20, tomaban posesión los concejales elegidos en las urnas. De los 103 pueblos almerienses, únicamente tres tuvieron a una mujer al frente de la alcaldía: Adoración Antolín Sorroche en Uleila del Campo, por UCD; Carmen Amate Cruz en Pechina, por el PSOE y María Villalpando Nieto en Senés, por UCD. La presencia femenina en los plenos fue escasísima: apenas 20 mujeres en 15 pueblos.

Adoración Antolín

Adoración Antolín Adoración Antolín

Adoración Antolín / D.A.

“Dora”, como era conocida en Uleila del Campo, obtuvo con la UCD 291 votos y seis concejales; el PSOE, 113 votos y dos ediles y el PCE, 71 papeletas y 1 representante. En aquella época, el municipio tenía censados a 1.169 habitantes, dedicándose la mayor parte de la población activa a la agricultura, en las faenas de la almendra y la aceituna.

Adoración Antolín Sorroche fue la primera mujer alcaldesa en la historia de Uleila gracias a la mayoría absoluta conseguida. Tenía 26 años cuando fue proclamada presidenta de la Corporación y era la mujer más joven de España en obtener un bastón de mando municipal. Estaba casada y embarazada de su única hija, de la que fue padrino el presidente del gobierno Adolfo Suárez. Sus padres fueron emigrantes y ella estudió en el Colegio de las Jesuitinas de Almería, perteneciendo a la promoción 1970-71. Durante una época colaboró como corresponsal del periódico de la cadena del Estado. Fue maestra, pero apenas ejerció.

Hace 45 años, Uleila sufría varios problemas, como un déficit de casi un millón de pesetas, pero el principal era la falta de financiación para concluir la red de alcantarillado del municipio, cuya obra se firmó en 1978 con dineros del PER. Hubo que recurrir, para concluirla, a fondos aportados por la administración central a través de Plan de Empleo Rural y del IRYDA.

La legislatura de Adoración Antolín se caracterizó por las operaciones financieras con las que, cuatro años después, hubo superávit en las cuentas. Los ediles tuvieron mucho que ver en esa regularización de saldos públicos porque en diciembre de 1979 renunciaron a las asignaciones económicas, gastos de representación y dietas.

Antolín estrechó la vinculación festiva de Uleila con la Santísima Virgen de la Cabeza y sus festejos por el Santo Cristo de las Penas. Se ganó el apelativo cariñoso de “La Tácher” en referencia a Margaret Thatcher, primera ministra del Reino Unido. Ella misma reconoció que era rigurosa e inflexible y a diario iba al tajo a supervisar las obras que se hacían en su pueblo.

Como dato curioso, indicar que, desde 1980-81, los puestos de alcaldesa, secretaria municipal (Carmen García), maestra (Dolores Lara) y veterinaria (Ana Vázquez) en Uleila estaban ocupados por mujeres. No obstante, Antolín sufrió vejaciones por su condición femenina, como ella misma reconoció a la revista “Andalucía en la Historia” del Centro de Estudios Andaluces: “alguna gente llevó mal que yo fuese alcaldesa. Era un pueblo muy machista. Muchas veces tenía que empezar mis intervenciones pidiendo disculpas por ser joven y por ser mujer. Más de uno me decía que me dedicara a fregar”, aseguró.

Adoración Antolín intentó, en las elecciones municipales de 1983, repetir como alcaldesa al frente de una formación llamada “Independientes de Uleila del Campo”, en la que también figuraban dos mujeres más: María Martínez Morales y Belén Granero Serrano. Pero los electores quisieron que la alcaldía pasara a manos del Partido Comunista, en concreto a las de Juan Pérez Lázaro. La lista del PCE estaba integrada solo por hombres.

Adoración Antolín luego se afilió al PIDA (Partido Independiente de Almería) dentro de la “Operación Roca” y en 1991 regresó como concejala del Partido Popular, ocupando el tercer puesto en la lista de Juan Torrecillas Fernández, aunque ganó el PSOE de Juan Ramos Peña.

Carmen Amate Cruz

Carmen Amate Cruz Carmen Amate Cruz

Carmen Amate Cruz / Revista “Andalucía en la Historia” del Centro de Estudios Andaluces

Carmen Amate Cruz fue una de las tres alcaldesas almerienses de 1979. Encabezaba la lista del PSOE en Pechina y obtuvo 560 votos y seis concejales, frente a las 375 papeletas y cuatro ediles de UCD y a los 175 de una agrupación de electores. Llegó a la alcaldía con 50 años. El municipio, en aquella época, tenía 2.100 habitantes dedicados en su mayoría a los cítricos, pero atisbándose en el horizonte su futuro como ciudad dormitorio.

Carmen enviudó con 36 años, madre de cinco hijos y panadera de profesión al regentar la industria de la familia de su marido. Nació en Venissieux (Francia) en 1928 porque su familia emigró allí, pero regresó a España al terminar la Guerra Civil. Primero a Cataluña, donde su padre fue minero, y en 1949 a Pechina.

Apenas ostentó el mando siete meses porque en diciembre de 1979 ya había dimitido por serias diferencias con su grupo político. A pesar de ello, gestionó innumerables cuestiones para la localidad: suministro de agua, reformas en el colegio nacional, pavimentación del camino del Cementerio, petición para la construcción de un depósito para el Barrio de la Cruz o supresión de los arbitrios municipales sobre tránsito de ganado. Le sustituyó José Antonio Álvarez Díaz, que tenía 26 años.

Carmen Amate Cruz fue la primera mujer socialista que gobernó un municipio de la provincia de Almería con mayoría absoluta. Valiente y atrevida, se adelantó a su tiempo. Era conocida en Pechina como “la francesa” o “la catalana”. Falleció el 26 de noviembre de 2013 tras sufrir el revés de perder a dos de sus hijos.

María Villalpando Nieto

María Villalpando María Villalpando

María Villalpando / Revista “Andalucía en la Historia” del Centro de Estudios Andaluces

María Villalpando Nieto nació en Velefique en 1924. Trabajó como empleada de hogar en Almería desde que tenía 12 años hasta que se casó con 22. En 1946 se trasladó con su familia a Senés, donde nacieron sus hijos y se dedicó a las faenas del campo. Como le gustaba la política se afilió a UCD y consiguió ganar; con 55 años y mayoría absoluta. Fue la primera alcaldesa de Senés en su historia.

No dudó en mostrar que su mayor satisfacción al ser elegida, el 20 de abril de 1979, fue que el Ayuntamiento de su pueblo se eligió democráticamente. Una de sus primeras decisiones fue quitarse el sueldo y pelear en Diputación para que asfaltaran las calles y construyeran una piscina pública, demandas que consiguió. En aquellos tiempos, Senés necesitaba la ampliación del suministro de agua para riego y viviendas y la reparación de la carretera con Tahal y Tabenas, que se ejecutó en el verano de 1981. Del mismo modo, la alcaldesa potenció con actividades la “Asociación Cultural Social y de Convivencia” de la localidad. Sus obligaciones de atención familiar impidieron a María Villalpando presentarse a la reelección en 1983. Hoy, Senés la recuerda con una calle del municipio.

Las tres han sido ampliamente recordadas, reconocidas y homenajeadas en distintos foros. Pero, ahora que se cumplen 45 años de la constitución de aquellos primeros ayuntamientos democráticos tras la Guerra Civil, conviene echar la mirada atrás. Y comprobar qué Almería teníamos.

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