El Ángel Ximénez no pudo superar al potente Granollers en el penúltimo encuentro liguero y tendrá que sumar un punto en Santander ante el descendido Sinfín en la última jornada para evitar la disputa del play out. Todo ello porque el Cangas ganó al Torrelavega en un sorprendente final de partido, en el que los gallegos dieron la vuelta a la ventaja local.

El partido comenzó con mucho ritmo pero también con numerosas imprecisiones en el bando local, pérdidas producto de los nervios y la precipitación. Con un 1-4 de salida, una vez más los pontanenses tuvieron que remar a contracorriente ante un conjunto vallesano muy efectivo en sus ataques, que no daba ningún tipo de opción a sus rivales.

Las ventajas de los de Rama oscilaban entre los tres y cuatro goles favorables, pero el Ángel Ximénez intentaba aferrarse al encuentro. Arsenashvili puso el 5-7 y Cuenca y Jung acercaron al equipo al 8-9 pasado el cuarto de hora. Aunque el Granollers, liderado por la efectividad de Antonio García, se mostraba muy sólido y mantenía la delantera en el luminoso, un siete metros detenido por De Hita al capitán visitante dio la opción de igualar, algo que logró Jung con el 9-9 (18').

Los de Paco Bustos, aumentando su nivel de intensidad defensiva, salieron airosos de la rigurosa exclusión de Arsenashvili y se pusieron por delante por medio de Jánosi (11-10), apuntalando la ventaja con un gol de Keita que obligó a Rama a parar el partido a falta de seis minutos para el descanso. Eran los mejores minutos de los de Puente Genil, si bien con el 12-10, Buzle recortó distancias y Sergi Franco niveló desde los siete metros. No obstante, un par de buenas paradas de Roberto Rodríguez dieron oxígeno a los catalanes, en un último minuto frenético donde el marcador se estancó en el 12-12.

Tras el paso por los vestuarios, el equilibrio se mantuvo durante los primeros minutos, imponiéndose el intercambio de goles. Antonio García y Oriol Rey situaron un inquietante 14-16, renta que los de Puente Genil enjugaron tras empatar 18-18 con un gol de Cuenca en inferioridad. De Hita sostenía al equipo con sus paradas, pero Rodríguez también daba la réplica en la portería visitante.

El Granollers mejoró en defensa y volvió a estirar su margen. Con los dos goles de ventaja visitante, Sergi Franco anotó otros dos situando un 18-22 que ponía el choque muy difícil para los pontanenses. Paco Bustos paró el encuentro en busca de una reacción que ya se antojaba complicada, y en ese escenario el cuadro vallesano supo manejar sus bazas con Antonio García como director de orquesta en el juego de los visitantes y Rodríguez tocando balones bajo palos.

El Ángel Ximénez intentó una remontada imposible ante un Granollers que ampliaba su renta y dejaba pasar los minutos sin inmutarse buscando una y otra vez a Montoya en el pivote. Aizen y Boskos dieron un poco de esperanza a la afición local con el 21-25. Aunque Rama aleccionó a los suyos para no perder la concentración, los de Bustos intentaron la heroica. Boskos puso el 23-26, pero a falta de dos minutos y medio apareció Roberto Rodríguez para pararle un siete metros al griego y un contraataque a Arsenashvili, dejando en victoria el triunfo a los suyos por 25-28.