Málaga

El Puerto de Málaga hará un estudio de demanda para que el Gobierno impulse el soterramiento del tren

Estado actual de las vías del tren al Puerto de Málaga.

Estado actual de las vías del tren al Puerto de Málaga. / Javier Albiñana

El Puerto de Málaga mueve ficha y comienza a trabajar en un estudio de demanda del tren al Puerto que permita desencallar y actualizar el proyecto de soterramiento de las vías que actualmente existe y que permiten la conexión de la infraestructura marítima con el resto de España y de Europa vía raíles. 

Esta decisión se da, según la información a la que ha accedido este periódico, después de que el pasado mes de marzo se produjesen contactos entre la Autoridad Portuaria, Puertos del Estado y la Dirección General de Servicios Ferroviarios. Tras los mismos se llegó a la conclusión de que, toda vez, que el proyecto que se presentó en 2010 se quedó desfasado, sería necesario un nuevo documento que debería partir de este estudios de demanda que permita al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible redactar el Estudio Informativo, paso previo a la elaboración del Proyecto Constructivo renovado.

Este proyecto, el de 2010, se presupuestó 43.960.664,96 euros (IVA excluido) y un plazo de ejecución de 18 meses. Si bien este proyecto nunca llegó a licitarse la Autoridad Portuaria reservó 4,5 millones de euros en su Plan de Inversión, que desprogramó en 2018 ante la falta de interés

Este movimiento es otra de las apuestas de la Autoridad por no abandonar el puerto sucio, es decir, las mercancías, por mucho que el turismo de cruceros, la dársena de megayates o el nuevo muelle de San Andrés estén enfocados en diversificar la economía de la infraestructura y estén funcionando se es consciente de que las mercancías siguen siendo una parte importante de la tarta de ingresos. 

En el Puerto son conscientes de que Málaga es un punto fundamental para la conexión con el resto de Europa –vía Antequera, Madrid y Zaragoza– por el Corredor Mediterráneo. Siendo, como es, además, una parada estratégica para muchas de las líneas de mercancías que pasan por el Mediterráneo procedentes del Canal de Suez, es decir, de Asia, conectándola sin desvío con los principales mercados de consumo: Europa y América. 

También es de subrayar que cuenta con instalaciones portuarias con muelles y calados de más de 16 metros, que le permiten de recibir los mayores buques portacontenedores del mundo, suponiendo una ventaja sobre otros muchos puertos del Mediterráneo. 

Esto, a pesar de que 2023 el Puerto ha tenido un gran bache que sortear, la caída de los contenedores, que se han reducido un 87% en el último año, de rozar los 2,4 millones de toneladas en 2022 a cerrar el 2023 con poco más de 300.000 toneladas. Esto ha supuesto que en el ámbito comercial, a pesar de que el resto de sectores han mejorado, se ha descendido un 42% de las 4,4 millones de toneladas del 2022 a las 2,55 de 2023. 

Sin embargo, hay que tener en cuenta que toda la mercancía que llega a Europa no lo hace en contenedores. La carga rodada viene experimentando un auge progresivo en los últimos años, especialmente dentro del eje Norte de África-Europa, con un valor de transacciones comerciales superiores a los 46.000 millones de euros y con crecimientos sostenidos del 10% anuales. 

Y ahí puede estar el enfoque ecológico del soterramiento de las vías portuarias y, por lo tanto, un aumento en su uso. Cada año más de 450.000 camiones (UTIS) cruzan el Estrecho de Gibraltar, y aproximadamente el 75% tengan como destino las principales plazas europeas (Madrid, Paris, Bruselas, Ámsterdam, etc.).  

En la información a la que ha tenido acceso este periódico, se considera insostenible tanto desde el punto vista ambiental, como social y de modelo productivo que un crecimiento como este –donde se espera que en el año 2025 se alcancen los 500.000 camiones anuales–, se siga vertebrando exclusivamente a través de la carretera, por lo que es prioritario el desarrollo del ramal central del Corredor Mediterráneo y la mejora del acceso ferroviario al Puerto de Málaga.

Así, se estima que para que Málaga y su sector productivo puedan beneficiarse de este desarrollo es necesario que tanto su Puerto como el Puerto Seco de Antequera dispongan de unas infraestructuras y servicios óptimos, así como de una conexión ferroviaria eficaz que las conecte con los principales centros logísticos nacionales y permitan composiciones de ferrocarril de 750 metros de longitud traccionados con equipos eléctricos.

En la actualidad, la conexión del Puerto de Málaga con la red básica del Corredor Mediterráneo (que enlazaría en Bobadilla), dispone de línea electrificada desde la Estación de los Prados y capacidad en la actualidad para alcanzar composiciones de 500 metros, si bien la última milla de acceso al Puerto presenta el mismo trazado desde hace más de 40 años

Esto supone, además, un perjuicio para los vecinos de la zona, que han denunciado en multitud de ocasiones tanto la falta de seguridad –tanto para las personas como para el transporte, al cruzar algunas de las vías con más tráfico de la ciudad– como de ruidos. 

En el Plan Estratégico de Málaga de cara a 2030 ya se recoge que el soterramiento de esta infraestructura, que da servicio al Puerto de Málaga, se conforma por tanto como una operación importante, no sólo desde el punto de vista logístico y del fomento de la intermodalidad, sino también de la mejora de la calidad de vida de los vecinos, de la movilidad urbana y del desarrollo urbano de su entorno.

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