Málaga C.F.

San Fernando-Málaga CF: Alfonso Herrero y cuchara de palo (1-1)

Alfonso Herrero celebra tras marcar el gol.

Alfonso Herrero celebra tras marcar el gol. / Carlos Guerrero

Lo del Málaga de las últimas ocho jornadas está siendo aterrador. Desde el empate contra el Algeciras en el Nuevo Mirador hasta el de San Fernando, solamente ha conseguido ganar al Atlético de Madrid B. Y pidiendo la hora. La sensación es que no da para mucho más y que la carencia de sello y los bandazos desde el banquillo lo único que hacen es generar confusión. Luego está el grueso de la plantilla, con estados de forma, juego y concentración alarmantes. Por encima de todos está Alfonso Herrero, cuyo gol maquilla el desastre y evidencia que ya no es sólo el mejor en su área, también en la contraria.

El tanto, con ayuda de un rival, es anecdótico y dota al equipo de una carga extra de alegría y fe. Es de lo mejor que tiene este Málaga, que hasta cuando no está en el partido, está en el partido. No parece, sin embargo, la forma más óptima de acercarse a un play off de ascenso en el que casi con toda seguridad no tendrá el factor campo y, por lo tanto, la bala de plata del desempate.

El experimento de Pellicer no terminó de cuajar. El Málaga, con tres centrales (Moussa-Juande-Víctor García) y carrilero supuestamente profundos (Gabilondo y Dani Sánchez), no fue capaz de conseguir ningún disparo ni ocasión seria en los primeros 45 minutos de partido en la Isla.

No cabe duda de que tocó algunas teclas, pero lejos de dotar al equipo de nuevas herramientas y elementos que sorprendiesen al rival, se generó una confusión en la sala de máquinas. Aparentemente, tanto el dibujo como los elegidos eran ofensivos. Se prescindió de Genaro y se confió en el arte que pudieran aportar Manu Molina, Dani Lorenzo y Ferreiro además de situar por primera vez en mucho tiempo a Roberto y Dioni juntos de inicio.

El San Fernando estuvo cómodo, no cometió errores atrás ni se desordenó demasiado. Al contrario, a medida que fueron pasando los minutos, se le notó más cómodo y puso en problemas a Alfonso Herrero. Una vez más, una maniobra excelente en el mano a mano del portero evitó el 1-0 tras un pelotazo que se encontró José Carlos en el área.

El Málaga, más allá de algún centro a la nada, casi ni asomó por la zona de gol del cuadro cañaílla. Por el camino se cayó Moussa, que se lastimó el tobillo. El plan fue el mismo con Murillo en su lugar. Una sorpresa que Galilea no contase para nada en la ecuación.

Elocuentes fueron los cambios de Pellicer al descanso. Retiró a Manu Molina y Dani Sánchez para dar entrada a Genaro y Antoñito Cordero. También el dibujo pasó a ser algo más natural, más lógico, un 4-4-2 de manual.

Mejoró el Málaga, que se aproximó más a la meta contraria, especialmente con un disparo de Cordero que Fuoli sacó de la escuadra. El encuentro estaba más vivo y el San Fernando también gozó de una nueva oportunidad de Cristian Herrera que Alfonso Herrero anuló.

El contexto no cambió mucho. Algo de ida y vuelta, poca precisión y disparos imprecisos o flojos por uno y otro bando. Pellicer fue agotando los cambios al tiempo que Nano invitaba a Biabiany. Fue precisamente el francés quien forzó la acción crucial en la que se adelantó el San Fernando.

Balón directo que se cuela a la espalda de la defensa, con un Gabilondo muy blandito, también Juande. Alfonso intentó sacar la capa de héroe pero el esférico cayó franco a Yerai, que marcó para alimentar la fe de los locales en que la permanencia es posible.

Si alguien merecía ganar el encuentro, era el conjunto gaditano, que quiso más, tuvo mejores opciones y más hambre. El Málaga, por el contrario, al límite del colapso justo cuando toca jugárselo todo, rescató un punto porque Alfonso Herrero voló nuevamente como Superman pero en el otro área para sellar el pase al play off.

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