Como si de una canción de Mari Trini se tratara, las famosas empiezan a elevar la voz contra los retoques excesivos del Photoshop diciendo: "Ésa no soy yo". La última que ha plantado cara ha sido la actriz Inma Cuesta, que este domingo se encontró en la portada de El Dominical de El Periódico con una foto suya en la que aparecía con algunos kilos de menos y algún estiramiento de más. La cordobesa no se cortó a la hora de denunciar el excesivo retoque en las redes sociales: "Verte y no reconocerte" dijo en Instagram, un mensaje que muchos interpretaron como un gesto de valentía y que no tardó en contar con el apoyo de miles de personas.

Pero la voz que ahora eleva Inma Cuesta no es la primera que se escucha en contra de la tiranía del cuerpo perfecto. Actrices de la talla Kate Winslet llevan años mostrándose contrarias al uso de este programa y contra la cirugía. En unas fotos publicadas en 2003, la actriz se quejó de que sus piernas habían sido retocadas hasta mostrarlas un tercio más delgadas de lo que realmente eran.

Tampoco Julia Roberts está dispuesta a mostrar una imagen trucada de su bonita figura. "Tu cara cuenta una historia y no debería ser la historia sobre la visita a la consulta de tu doctor o el paso por el ordenador", dijo la protagonista de Pretty Woman.

Este mismo año, unas imágenes sin retocar de Cindy Crawford en bikini, en las que se apreciaban algunas estrías en sus piernas y una barriga no demasiado tersa, dieron pronto la vuelta al mundo en las redes sociales y se convirtieron en estandarte de cómo aceptar el paso del tiempo. Se especuló con que estas imágenes podrían haber sido filtradas sin la aceptación de la supermodelo, aunque a ella le faltó poco para volver a enseñar su cuerpo real, esta vez tomando el sol en su casa, y sin ningún tipo de posado ni filtros.

En esta misma línea se ha movido también Jamie Lee Curtis con el posado que hizo en 2002 en ropa interior. "No quiero que las mujeres de 40 piensen que tengo una figura perfecta, eso no es más que un fraude", dijo rotunda.

Otras de las que ha plantado cara al Photoshop ha sido Keira Knitghtley quien, cansada de que las revistas manipularan su figura, casi siempre para aumentarle el pecho, decidió hacer un posado en topless para Interview con la condición de que las imágenes no fueran retocadas.

Beyoncé estuvo a punto de paralizar una campaña para H&M hace un par de años cuando vio que su imagen habían sido retocada y que habían sido eliminada algunas de sus curvas.

Otra de las que presume de curvas y ha tenido que plantar cara a las revistas, que no pensaban igual que ella y dejaron su imagen mucho más estilizada, es Christina Aguilera.

El último caso es el de la cantante Lorde, que colgó en su Twitter dos imágenes del mismo concierto, una de ellas con su rostro sin retocar y la publicada en una revista, sin ningún rastro de acné. "Recordad que las imperfecciones no son malas", sentenció entonces la cantante.