En la retirada de una gran figura

Enrique Ponce: gira de despedida

El maestro valenciano inicia en Nimes su temporada de despedida.

El maestro valenciano inicia en Nimes su temporada de despedida. / M.G.

La cita es esta misma tarde en la plaza de Nimes. Una corrida de Juan Pedro Domecq –uno de los hierros predilecto del maestro valenciano- aguarda en los corrales para iniciar la ajustada gira de despedida de Enrique Ponce Martínez que estará acompañado en el coliseo nimeño de Alejandro Talavante y David Galván. A sus 52 años de edad ha decidido poner un definitivo punto y final a la profesión que ha dedicado la mayor parte de su vida y en su agenda figuran plazas como Granada, Istres, Algeciras, Burgos, Dax o la feria de Murcia en la que toreará, a modo de revival, un mano a mano goyesco junto a Pepín Liria, reaparecido exclusivamente para la ocasión.

Tampoco hará ascos a cosos exigentes como el de Bilbao o el de Madrid, claves en la carrera del torero de Chiva aunque sí se echa de menos una despedida a modo en la plaza de la Maestranza, seguramente el escenario que más le ha pesado. Eso sí, cuenta en su haber con una Puerta del Príncipe –la abrió en la Feria de San Miguel de 1999- pero sobre todo el reconocimiento de la afición sevillana en aquella tarde épica de los zalduendos en 2006. Ajustes de agenda, la cercanía de su compromiso en la plaza de Las Ventas y una probable prevención escénica han pesado en la decisión final del valenciano que ya había apalabrado su presencia en el ciclo otoñal de Madrid antes de negociar con Ramón Valencia. El gerente de Pagés puso todas las facilidades para facilitar el adiós en el coso del Baratillo. No será así...

Finalmente serán entre quince o veinte tardes con un colofón inexcusable: la plaza de toros de Valencia en la que entonará el adiós definitivo el 9 de octubre –si no hubiera una incursión mexicana, donde sigue siendo un ídolo- acompañado de Talavante y Nek Romero en una combinación que se antoja algo descafeinada para una ocasión que merecía otros oropeles.

De la despedida a la sobreexposicón mediática

Sea como sea, será el colofón de una inigualable carrera que, pese al inevitable desgaste de sus últimos años en activo, sigue siendo imbatible en la estadística. Esa trayectoria se había cortado con un inesperado punto y aparte en junio de 2021 justo después de torear en la plaza de León y cuando viajaba a la de Burgos donde le esperaba la cuadrilla para continuar con la agenda prevista. Enrique decidió parar sin que nadie lo esperase emitiendo un comunicado: “A quienes durante más de tres décadas me han seguido lo primero que quiero deciros es gracias por su cariño y apoyo incondicional, en especial durante este último año de pandemia en el que decidí defender la tauromaquia, tirar para adelante y devolverle al mundo del toro lo mucho que me ha dado. En este momento de mi temporada taurina 2021 he decidido hacer un alto en el camino y retirarme por tiempo indefinido”.

En ese momento había alcanzado una notoriedad mediática ajena al toro por su separación de Paloma Cuevas –con la que estuvo casado casi 25 años- y especialmente por su relación con la joven estudiante almeriense Ana Soria, con la que permanece unido. La mala gestión de las redes sociales y la sobreexposición de su romance con aire casi adolescente –sin medir sus consecuencias- le acabó pasando factura a su propia imagen. Pero Ponce, que se abría a una vida más allá del toro y sus exigencias, no podía conformarse con ese retrato distorsionado de una carrera que se estaba cerrando en falso. Necesitaba este cierre formal que ahora se inicia.

Los números cantan

Después de una arrolladora etapa como novillero tomó la alternativa el 16 de marzo de 1990 en la plaza de Valencia de manos de Joselito y en presencia de Litri. Pero su estrella empezaría a brillar a raíz de la improvisada encerrona de aquel mismo año, en la plaza de su tierra, en la que mostró sus credenciales de inminente figura. La maquinaria sólo había comenzado a echar a andar.

Es el único matador de la historia que se ha mantenido a lo largo de 32 temporadas sin apearse de la primera fila, navegando al máximo nivel de exigencia y cubriendo campañas completas -de Olivenza a Jaén- con una altísima regularidad en el triunfo. El diestro de Chiva llegó a superar durante diez años la cifra de cien corridas toreadas en la temporada española y francesa. Pero el productivismo de aquel tiempo -la lista de compañeros de cartel o ganaderías lidiadas es apabullante- se solapa con la verdadera fortaleza del valenciano: su gran capacidad, especialmente con toros exigentes como aquel célebre Lironcito de Valdefresno que echó un galón más en su bocamanga en la feria de San Isidro de 1996. El maestro de Chiva puede presumir de ser el matador que más toros ha indultado en toda la historia o de haber rebasado el record de Lagartijo el Grande, al estoquear casi 5000 toros en su carrera.

El valenciano, que fue viendo desfilar delante de sus barbas a los sucesivos rivales o figuras que le salieron al paso, quizá no fue consciente del inevitable desgaste de la vida y hasta de un concepto que ya le había hecho navegar a todo trapo en las ferias jubilosas de los años 90 y el inicio del siglo XXI antes que la crisis del ladrillo marcara una muesca en la historia del propio país que se vería reflejada en el devenir del propio taurino, espejo inmediato de las cuitas patrias.

En los últimos años -antes de la retirada de 2021- el torero se empeñó evolucionar hacia unos registros más estéticos –búsqueda del artista por encima del torero capaz que siempre fue- mientras se convertía, antes de su relación con la célebre Ana Soria, en un personaje de la alta sociedad española en compañía de su ex mujer. La temporada 2017 –en la que abrió la Puerta Grande de la plaza de Las Ventas- estuvo a la altura de su propia trayectoria y culminó con la concesión de ese Premio Nacional de Tauromaquia que se ha cargado el ministro Urtasun. Esta tarde comienza esa ronda de despedida que cierra una carrera imbatible. “Quiero dejar un regustito”, declaraba el maestro valenciano en el Mano a Mano de Cajasol de Sevilla días atrás. La historia le recordará por otros logros. Que no son pocos.

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