Hubo una época nada lejana, media docena de años atrás, vaya, en la que había en San Pablo poderío financiero. Los movimientos se sucedían uno tras otro si era necesario. Que un jugador no rendía, a la calle; que había que incorporar uno, dos o tres refuerzos, sólo había que pedírselo al dueño del club y las solicitudes se convertían prácticamente en órdenes. Esto ha cambiado radicalmente ahora. Para mover un euro de un lado a otro tiene que dar el consentimiento Caixabank, que maneja con puño de hierro el presupuesto del equipo de baloncesto.

Ya no hay florituras ni caprichos con el dinero. Las arcas estaban repletas y ahora hay que buscar debajo de las piedras lo que sea para firmar a un sustituto de Latavious Williams, que se despidió de la temporada tras el percance absurdo sufrido el sábado -ya venían avisando en el equipo de que la publicidad del centro de la pista podía crear algún problema...- y que ha dejado huérfano de referencia el juego interior de los hispalenses.

Fernando Moral, presidente cajista, tenía ya previsto viajar ayer a primera hora a Barcelona para varios asuntos de trabajo y aprovechó el desplazamiento para trasladar a los directivos de Caixabank que forman parte del consejo del club la preocupación respecto a lo diezmado que queda el equipo sin Williams. No queda otro remedio que no pase por reforzarse, aunque nada apunta a que se produzca esta misma semana antes de medirse al Estudiantes el próximo domingo en Madrid. En el cuerpo técnico y en la directiva hay inquietud, sabedores de que sin la pieza interior fundamental del proyecto poco más se puede hacer, teniendo en cuenta que la plantilla ya generaba muchas dudas cuando se planificó en verano.

Juan Llaneza, director deportivo, lleva desde el domingo por la mañana atendiendo a agentes para ver qué le pueden ofrecer al club sevillano, por sondear el mercado, más bien, ya que ni sabía ni sabe de cuánto va a disponer. Ni cuándo. En cualquier caso, hoy es una buena ocasión para que Moral deje caer sus intenciones en la asamblea de la ACB -donde en principio se va a elegir al nuevo presidente de la patronal- por si a alguno de los grandes le interesa ceder a un interior que no esté cuajando o jugando en sus respectivos equipos.

Otra alternativa, aunque demasiado cara para las pretensiones de un Cajasol que irá con lo puesto para fichar, sería buscar a jugadores de equipos eliminados de la Euroliga esta semana, aunque pasarán a disputar la Eurocup, o incluso de la segunda competición continental, más asequibles económicamente que los primeros. Lo único favorable es que no está restringida la entidad sevillana por los cupos al ser Williams estadounidense. Ahora, ¿habrá dinero?