Los cerca de 11 puntos anotados, 4 rebotes y casi 10 de valoración de promedio en los 28 partidos ligueron son números notables para un escolta que debuta en la ACB y que vive su primera experiencia lejos de Estados Unidos tras salir de la universidad. Pero no sólo las estadísticas sirven como aval para el trabajo que ha desarrollado Scott Bamforth en Sevilla desde su llegada; también hay intangibles, como la plena adaptación al club y a la ciudad o su valentía a la hora de lanzar en momentos cruciales. Todo, además, a un coste muy bajo para el Cajasol. Es decir, su fichaje, a falta de un mes para la conclusión de la fase regular, cabe catalogarlo como un rotundo acierto.

Además, este periódico ha podido saber que el club cuenta con una gran baza para cuando finalice el campeonato. En principio, parecía que el menudo exterior de Albuquerque sólo había firmado una temporada con los hispalenses, pero no es así. Su vinculación se cerró en dos años, con la salvedad de que el Cajasol se guardaba el as de romper la vinculación al término del primer año de contrato. Esa cláusula es unilateral y el jugador no puede beneficiarse de ella, sólo el club. A priori, la lógica dicta que después del excepcional rendimiento de Bamforth aquí, la directiva opte por continuar con él en el equipo, teniendo en cuenta asimismo que las cantidades para la próxima campaña estarán pactadas desde el verano pasado.

En definitiva, es una grata noticia para los cajistas, que si nada cambia tienen garantizado el futuro de media plantilla: Radicevic, Bamforth, Mata, Porzingis, Burjanadze y Balvin. Satoransky y Sastre terminan contrato, igual que Franch y Landry, mientras que Hernangómez está cedido.