No hay fichajes en el Baloncesto Sevilla y todo va encaminado por el momento a disponer del entrenador que se vaya a hacer cargo del equipo la próxima temporada para, a partir de ese instante, ponerse manos a la obra con el puñado de refuerzos que debe acompañar a Radicevic, Álex Urtasun, Burjanadze, Porzingis y Balvin, y quizás Salash, en la nueva travesía de los hispalenses en la Liga Endesa, salvo que la nuevos responsables decidan prescindir o vender a alguno de los jugadores con contrato. 

Entre tanto baile de entrenadores, nada se sabe de los baloncestistas que pueden llegar como novedades próximamente, aunque sí se ha vinculado un nombre al proyecto de los sevillanos en las últimas semanas: Jonathan Givony. No es precisamente un jugador, sino un ojeador y especialista en la materia, sobre todo de los jóvenes talentos con posibilidades de recalar en la NBA, tanto los europeos como los estadounidenses.

Givony cuenta con una web especializada llamada draftexpress.com, un portal con bastante seguimiento, y, además, también trabaja para varios clubes como asesor de posibles incorporaciones. En el mundillo son muchas las fuentes que apuntan a que el estadounidense también presta sus servicios al Baloncesto Sevilla desde que Jeffrey Meythaler -es decir, Jefferson Capital- y José Luis Galilea se pusieron al frente del club.

No sería extraño que la pareja rectora del antiguo Cajasol se dejara ayudar en estos temas por un experto en la materia a tenor de la poca experiencia en estas lides de ambos, aunque quizás habría sido más rentable que Juan Llaneza, a quien le quedaba un año más de contrato que el club deberá abonar, no hubiera sido despedido y continuara con sus labores de director deportivo. En cualquier caso, la decisión respecto a Llaneza ya se tomó hace semanas. 

También es posible que Givony asesore igualmente al Baskonia, si es que definitivamente va a Vitoria a entrenar el italiano Marco Crespi, aunque previamente deberá llegar el club alavés a un arreglo con Sergio Scariolo, a quien le queda todavía un año de contrato. El fondo de inversión que compró el Cajasol pretende fichar a jóvenes con el fin de revalorizarlos en San Pablo, pero estas operaciones en baloncesto suelen ser difícilmente rentables, aunque Porzingis sea un seguro de vida para sacar un buen provecho el próximo verano.