Había consenso entre los profesionales del baloncesto acerca de que el CB Sevilla contaba esta temporada con uno de los tríos interiores más prometedores de la Liga Endesa. Ya habían compartido una temporada entera Ondrej Balvin, Willy Hernangómez y Kristaps Porzingis, este último la joya de la corona y sobre el que iba a pivotar el proyecto. Y resulta que no están funcionando o al menos no de forma regular, pues el letón sobresalió el pasado miércoles en Roma, el madrileño estuvo notable en el estreno liguero frente al Iberostar y el checo fue el mejor del equipo en la dura derrota en Murcia.

No encuentra Scott Roth un equilibrio para lograr de los tres un rendimiento acorde con las posibilidades que ofrecen y que ya exhibieron en bastantas ocasiones con Aíto García Reneses al frente. Tienen margen de mejora, pero su progresión no sólo parece haberse estancado, sino que por momentos da la impresión de que van para atrás. Quizás tenga que mucho que ver la querencia del entrenador estadounidense por jugar con un cinco bajito, colocando incluso en algún momento a Berni Rodríguez como ala-pívot cuando su posición natural es la de escolta, puesto con mucha competencia en una plantilla con Radicevic, Thames, Pullen, Urtasun o el propio Byars, el alero más alto del grupo.

Balvin empezó sin apenas protagonismo como castigo del técnico por sus flojos entrenamientos. Una vez que se ha entonado el centroeuropeo cuenta con más minutos, pero a su vez los va perdiendo Hernangómez y ni mucho menos siempre es el checo el beneficiado, sino Pierre Oriola, que está destacando en la Eurocup, y Dane Watts, cuyo papel en Italia no esconde las dudas que generó su fichaje para muchos aficionados. El interior cedido por el Real Madrid apenas participó en Roma y estas extrañas rotaciones en muchas ocasiones no son comprendidas desde fuera.

¿Por qué plantear la estrategia en función del rival y no al contrario? Si uno de los puntos fuertes del CB Sevilla debe ser el talento que potencialmente tienen sus interiores, ¿no saldría más a cuenta maximizar esos recursos? La filosofía de Roth, otorgando carta blanca a los exteriores, sobre todo a Pullen, va en detrimento del crecimiento de los altos del plantel, que pueden llegar a desesperarse si no encuentran su sitio. Lo mismo no juega alguno ningún minuto en la primera parte y sale en la segunda, o al contrario, y algo similar sucede incluso en partidos enteros. Con estos bandazos los jugadores no están cómodos, aunque Oriola y Watts, dos piezas que llegaron con la vitola de especialistas defensivos, sí han ganado minutos.

Ya avisó Audie Norris después del varapalo en la cancha del UCAM que variarían el método para no repartir tanto los minutos entre todos los jugadores. Uno de los damnificados ha sido Álex Urtasun, que ha ido perdiendo presencia en la pista, no sólo en los minutos, sino también en los lanzamientos a canasta. En Roma jugó menos de 13 minutos y únicamente tiró dos triples, cuando en otros partidos sí había cobrado mucho más protagonismo en ataque. El principal beneficiado es Jacob Pullen, que disputó 34 minutos en Italia, a pesar de que sus porcentajes de tiro fueron realmente pobres. Las rotaciones poca recompensa están dando.