Alrededor de las 10:30 se despejó la incógnita que pululaba por San Pablo desde el momento en que Scott Roth cogió la puerta. El club comunicó de manera oficial que el nuevo técnico hasta final de temporada iba a ser Luis Casimiro, ex preparador del Fuenlabrada que llegó a mediodía a Sevilla y por la tarde ya dirigió la sesión. La opción del experimentado preparador manchego, de 54 años y con 485 encuentros a sus espaldas en la Liga Endesa, era una de las preferidas por el presidente del club, Fernando Moral, no así del director general, José Luis Galilea, quien barajó varios nombres antes que el de Casimiro.

Tras el intento vano con Óscar Quintana y la negativas de Bozidar Maljkovic, Luka Pavicevic, Porfi Fisac y Borja Comenge, Moral y Jeffrey Meythaler -se encuentra en Denver pero sigue teniendo voz, voto y firma en las contrataciones- dieron el visto bueno a la incorporación de un técnico que suma más de dos décadas dedicado al baloncesto profesional. Javi Carrasco, al que Galilea elogió en su discurso de ayer, vuelve a su lugar de ayudante y el club de nuevo tiene un entrenador en condiciones normales.