El coloquio de los pájaros. Peter Sís. Trad. Valeria Luiselli. Editorial Sexto Piso. Barcelona, 2012. 160 págs. A la venta el próximo lunes 3 de septiembre

A pesar de que el poeta persa Farid Ud-Din Attar ideó El coloquio de los pájaros en el ocaso del siglo XII, resulta escalofriante la vigencia que varias centurias después sigue teniendo su creación. Se retrata la crisis de valores, la orfandad del pueblo y el caos social, a los que hay que combatir con sacrificio. El ilustrador, autor y cineasta checo Peter Sís ha rescatado la obra para la editorial Sexto Piso, lo que le ha valido para alzarse con el premio Hans Christian Andersen, máxima distinción mundial de la literatura infantil.

Pero la apariencia pueril no debe incitar al engaño; las hermosas ilustraciones de Sís ambientan una historia solemne que huye de lo frívolo y se adentra en lo trascendental. Una mañana, el poeta Attar despierta convertido en un pájaro abubilla y se erige en guía de las aves que van llegando de diferentes partes del mundo para seguir su mensaje. Juntos emprenden un largo recorrido hacia la montaña de Kaf, donde habita el rey Simurg, figura que encarna la salvación absoluta de los males.

Explicó Umberto Eco que existen tantos discursos como lectores tiene el libro. Se abre la interpretación para este texto, cuyos compases intermedios pueden recordar al viaje de Moisés con el pueblo hebreo -incluso se abren las cortinas para que pase la bandada-, a algunas parábolas bíblicas o a otras narraciones sagradas. Pero aplicando la lógica hegeliana -tesis, antítesis, síntesis- a la obra, el regusto final delata un indudable matiz humanístico. Durante su vuelo por los aires, retratado como símbolo de libertad, los pájaros afrontan los siete valles que el autor cavila para ellos: Búsqueda, Amor, Conocimiento, Desapego, Unidad, Asombro y Muerte.

Si el libro fuera película, tal vez sería Sueños, de Akira Kurosawa, cuyos fragmentos podrían corresponderse a la perfección con cada uno de los valles enunciados. Las páginas se esmeran en la metáfora y en la simbología, desde la montaña al fénix, desde el laberinto al agua. Si se abandonan los tintes metafísicos que trazó Farid Ud-Din Attar, queda la estética. Peter Sís ha obtenido en siete ediciones el premio del New York Times Book Review al mejor libro ilustrado. Utiliza el color con intencionalidad, como si fuera devoto de la teoría de Goethe, y se afana en despertar sentimientos con su buen hacer y en marcar el ritmo de la narración, ausente en algunas hojas, escasa en el resto.

Cuenta el artista checo que El libro de los seres imaginarios de Jorge Luis Borges, al cual ilustró, "fue una importante inspiración" que le llevó "directamente a la traducción del original de Attar". Los pájaros, que superan el peldaño último de la muerte, conocen finalmente al rey Simorg, que resulta ser cada uno de ellos mismos.