Después de dos grandes temporadas en el Cajasol, sobre todo la primera, excepcional, Kirksay decidió hacer efectiva una cláusula de su contrato para no continuar en la entidad hispalense. Lanzó un órdago al club pidiendo un año más de contrato, no llegaron a un acuerdo y el francés puso fin a dos años "increíbles en Sevilla". Sin embargo, da la sensación de que se va por la puerta de atrás, después de ser uno de los referentes de las últimas temporadas y por eso dice sentirse "dolido".

"No quiero que me señalen como un egoísta. No lo soy. Al contrario, quería quedarme para hacer algo importante aquí, pero no llegamos a un acuerdo y, como un profesional, he buscado una salida pensando en lo mejor para mi familia. Es lícito y no hay que señalar ni culpar a nadie", explicó el alero, que espera que la afición entienda su postura. "Creo que al final ha quedado un sentimiento de que dejo colgado al Cajasol después del esfuerzo que hizo por que me quedase, aunque nunca tuve mala intención. Pero ¿que hubiese pasado si al final de la siguiente temporada no me quiere? Me quedo sin equipo y yo sólo buscaba una seguridad laboral. Hubiese seguido ganando menos ese año si me hubiesen asegurado esa campaña más", explicó Kirksay.

Mañana hará las maletas para no volver. Viaja a Miami con su futuro "casi resuelto". ¿Hay posibilidad de dar marcha atrás? "Si busco lo mejor para mi familia, no me voy sin tener otra propuesta interesante. Lo siento por la afición, porque estaba muy identificado con ella", apunta el galo, quien considera que "con la continuidad de Triguero, éste será el capitán la próxima temporada, es el camino normal". "Saben lo que pueden dar y por eso lo renovaron. Es lo comprensible, porque se trata de un jugador que está plenamente identificado con el club, que pelea por una camiseta que considera suya. Esos aspectos en un jugador tienen mucho valor, pero, sobre todo, se trata de no tocar un bloque que ha conseguido grandes objetivos. ¿Por qué buscar fuera lo que tienes dentro?".

Ahora el Cajasol busca un sustituto para un jugador que llegó sin hacer ruido y se convirtió en el hombre franquicia de la entidad. "Sé que mis números este curso fueron algo peores que los del anterior, pero no me importa porque jugué más para el equipo, siendo una extensión del entrenador en la pista. Me hubiese gustado seguir para ganar algo con el Cajasol, pero la vida sigue. Le deseo lo mejor al club y a todos los que trabajan allí porque dejo muchos amigos, pero, como la entidad, uno debe hacer lo que considera mejor pensando en el futuro".