El equipo cadete del Cajasol Banca Cívica disputará este mediodía (12:30) la final del Campeonato de España que se está celebrando en la localidad pontevedresa de Marín. Y lo hará ante el conjunto anfitrión, que ganó en la segunda semifinal a Unicaja por 76-62, después de vencer en un soberbio partido al todopoderoso Barcelona, un equipo que se había repartido con el Juventut los títulos en la categoría a partir de la temporada 2005-2006, en la que el entorchado se lo llevó el Gran Canaria. 

Los jóvenes cajistas plantearon un partido basado en la presión defensiva dada la escasez de altura en sus jugadores (las estadísticas hablan por sí solas: 45 rebotes para los barceloneses, por 33 de los sevillanos). Así, el primer cuarto se desarrolló según los planes del técnico, Rafael Monclova, ya que los sevillanos no dieron opción al juego de los catalanes y comenzaron a abrir una pequeña brecha en el marcador gracias a su juego combinativo. Al término del primer cuarto, los sevillanos dominaban 25-17.

En el segundo cuarto no cambió la dinámica. Asentado en el buen hacer de Adrián Martínez, Diego, Fede y Carlos, los hispalenses aumentaron su ventaja. Influyó, además, el buen porcentaje en el tiro desde el 6,75 que disparó el marcador hasta el 46-32 del tiempo de descanso.

Pero ante un equipo del potencial del Barcelona el partido no se gana hasta que suena la bocina en el minuto 40. La relativa relajación cajista vino acompañada de la aceleración azulgrana, siempre con el escolta Hakanson como principal referente. Así, el tercer cuarto hizo cambiar el panorama. Los triples ahora eran de los catalanes y los sevillanos se atascaban en ataque. 63-57 con diez minutos por delante.

Y si las cosas se podían poner peor, se pusieron. El cuadro de Alex Teres ajustó aún más el marcador llegando a ponerse dos puntos arriba en la recta final. Pero ahí volvió a relucir la casta de los jóvenes que vestían de magenta para volver a ponerse por delante y no soltar la delantera en el marcador hasta la conclusión del encuentro.