Un equipo que se siente tan perdedor como hoy se siente este Sevilla valora mucho el hecho de no hincar las rodillas. El 0-0, un resultado peligroso para la vuelta en el fútbol moderno, era visto como un apetitoso botín para los sevillistas. Y para Emery. Sobre todo, a medida que pasaron los minutos y tras el arreón inicial del equipo rojo en busca del gol, éste no llegó. La premisa para hacer competitivo a un equipo es ordenarlo y darle consistencia. Fraguar su sistema de contención. Y en ello está ya el técnico vasco.

Defensa

Emery quiere un equipo agresivo con el balón y sin él. Y el Sevilla, de momento, fue un punto más intenso que unas semanas atrás. Sólo el tiempo revelará si la mejoría es sólo cosmética y obedece a la habitual reacción de los jugadores para agradar al entrenador recién llegado y ganarse su confianza. Eso queda para el futuro. Lo único cierto es que ayer, todo el peligro del Zaragoza sobrevino por un par de lanzamientos de Helder Postiga, duros y envenenados, desde fuera del área. Uno, además, al saque indirecto de una falta.

La eficaz defensa sevillista cuajó unos metros más arriba en la primera parte. Salieron los sevilistas decididos a apretar la salida del balón desde atrás, la línea de cuatro se alejó de Palop y con Medel a la altura de Maduro. Por delante, Navas y Rakitic trabajaban sin la pelota con generosidad. Y Reyes y Negredo, sin exhibir un loable esfuerzo, al menos no vagaron sobre la hierba como lo hicieron en Mestalla. Bajo ese dibujo valiente, Movilla y Apoño recibieron la pelota muy lejos de las zonas peligrosas y el Zaragoza optó por un ataque rústico: balón largo a la zona de tres cuartos para que alguno de blanco se anticipara por arriba a Meduro o los centrales sevillistas, prolongara de cabeza al área y un compañero sorprendiera en esa zona. Pero la concentración y la actuación de Spahic y Fazio cortaron esa posibilidad.

En la segunda parte, Jiménez adelantó los peones, sobre todo cuando entró Montañés entre líneas. El Sevilla no dudo entonces en retrasar su entramado defensivo, con Medel y Maduro anclados por delante.

Ataque

Emery metió a Coke en lugar de Cicinho y el madrileño le dio la razón. Se asoció con el campeón del mundo para hacer daño por ese costado. De nuevo ese caudal quedó en nada porque los balones al área, bastante buenos en algunos casos, echaban de menos algún rematador más. Rakitic no está para eso y sólo quedaba Negredo, que sólo recibió con ventaja uno de esos balones desde la derecha en una penetración de Coke resuelta con un difícil remate a la media vuelta, raso, que atajó Leo Franco. Reyes, que no arranca jamás con la pelota, sorprendió un par de veces al salir de la izquierda y aprovechar ese juego que brotaba de la derecha.

Virtudes

Ayer, la defensa no cometió errores infantiles. Y si había que dar un pelotazo, lo dio. El trabajo colectivo redundó en más solidez y el ala derecha atacó mucho y bien.

Talón de aquiles

La candidez en ataque. Y más cuando la zaga dio el paso atrás y tanto Rakitic como Negredo quedaron desconectados arriba.