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Firme por dentro, débil por fuera

  • El portero y los centrales mitigan la indefensión de unos laterales que echaron de menos las ayudas El peligro llegó con las transiciones interiores de M'Bia, Vitolo y Rakitic a Bacca

La solidez que atesora hoy el Sevilla en su columna vertebral, que aguanta todo el peso que le echen -una semifinal europea pesa, y mucho- sostuvo todo el tinglado ante un Valencia que atacó mucho y bien. Un Valencia que supo buscarle las vueltas a los sevillistas por fuera, mucho más débiles que por dentro. La fortaleza de los sevillistas en su zona interior también le dio la llave del triunfo: M'Bia, Rakitic y Vitolo -éste desde la izquierda- soltaron amarras a poco que el Valencia dio el pasito atrás pasados los primeros 25 minutos. Y este Sevilla tiene tanta pegada, en jugadas o a balón parado, que en tres minutos lo puso todo muy de cara.

Defensa

El portero está para parar los balones. Y los centrales, para evitar remates de los atacantes contrarios en el área o sus inmediaciones. Y tanto Beto como Pareja y Fazio hicieron su cometido perfectamente, una vez más. Mucha culpa de que el Sevilla haya ganado nueve de los últimos diez partidos de Liga radica en esa firmeza en el eje.

Otra historia fue la respuesta colectiva del Sevilla en el repliegue. Ni Reyes, primero, ni Marko Marin luego echaron una mano a Diogo Figueiras y el menudo lateral portugués, que ataca bastante mejor que defiende por ahora, no pudo evitar que los valencianistas ganaran la línea de fondo una y otra vez. El porcentaje de remates de los levantinos fue bastante bajo por la respuesta de los defensores de blanco en el corazón de su área, pero alguno tuvo, simplemente, por el cálculo de probabilidades. Y el más peligroso, el que se fabricó Jonas al final, al que respondió Beto.

Por el lado izquierdo, Fernando Navarro también sufrió lo suyo ante las subidas del lateral Joao Pereira, que agradeció la tibieza de Vitolo en la ayuda a su compañero de la retaguardia.

Ataque

Se vio sorprendido el Sevilla por la valiente puesta en escena del Valencia, que, quizás por su circunstancial defensa -el pivote Javi Fuego adaptado al puesto de central, y Keita-Parejo en el eje-, optó por alejar la circulación del balón lo más posible del área de Guaita. Y apretó mucho y bien el Valencia en los primeros 25 minutos. A partir de ahí, M'Bia y Carriço equilibraron el pulso en la sala de máquinas y los de Emery, al menos, forzaron saques de esquinas y faltas, vías en las que siempre intimidan. Tanto Rakitic como Vitolo empezaron a encontrar a Bacca -fantástica conexión entre el canario y el colombiano en el segundo gol- en esos pasillos interiores que el Valencia empezó a abrir a medida que su agresividad bajaba. M'Bia es un medio que sabe cruzar líneas enemigas a poco que lo vea. Y lo hizo.

El recurso de Marko Marin por la derecha no cuajó.

Virtudes

La fortaleza de su columna vertebral le da hoy para decantar pulsos inciertos y abiertos aunque en las bandas no tenga los cabos nada atados. A balón parado, sigue teniendo dinamita.

Talón de aquiles

Se vio sorprendido y sin respuesta por la valentía inicial del rival. Por los flancos, desnudo.

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