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Más sensaciones que fútbol a la fecha

  • Disciplina, orden y presión son las primeras premisas de Julio Velázquez a una plantilla receptiva a sus mensajes. Los desajustes en la zona central, principal hándicap de un equipo en construcción.

El Betis de Julio Velázquez puso punto final el miércoles a la primera concentración de pretemporada, tras ocho días de trabajo en San Pedro del Pinatar. Las conclusiones, como señaló el propio entrenador, tienen más puntos positivos que otra cosa, aunque también el cuadro verdiblanco dejó algunas dudas durante los tres amistosos disputados en tierras murcianas. Con un ambiente de trabajo excepcional y una plantilla receptiva a los mensajes del entrenador, el equipo ofreció unas sensaciones que invitan a pensar que el crecimiento será posible en cuanto se afinen conceptos tanto ofensivos como, sobre todo, defensivos, algo que inevitablemente debería pasar por la llegada de varios refuerzos de nivel que eleven las prestaciones del colectivo.

En la libreta del preparador salmantino aparecen como premisas la disciplina, el orden y la organización defensiva. Si las dos primeras se relacionan tanto con lo que pasa en el terreno de juego como con las normas que el grupo debe mantener para desarrollar la armonía, la tercera sí se basa estrictamente en lo futbolístico. A Velázquez le ha quedado claro que con el compromiso exhibido tanto por Rubén Castro como por Jorge Molina, el equipo verdiblanco contará con la mejor delantera de la categoría, por lo que su obsesión pasa por dotar de solidez a la estructura defensiva, una cuestión que no sólo pasa por los zagueros.

Con la primera idea de que el Betis debe ser protagonista del juego, el equipo verdiblanco trata de iniciar la presión en zonas adelantadas, una cuestión que se convierte en obsesión cuando algún jugador pierde la pelota. Velázquez pretende que en los primeros segundos tras una pérdida el equipo dé un paso adelante para cerrar espacios y evitar así los contragolpes del rival. Si no se consigue recuperar el balón, el siguiente paso sería un repliegue ordenado, intentando juntar las líneas para dificultar la llegada a su portería. Si el primer paso de la presión ha sido seguido al dedillo por todos los futbolistas -el técnico incluso está logrando que jugadores como Vadillo, Dani Pacheco o Cedrick lo cumplan-, la segunda cuestión no acaba de conseguirse, de ahí que el equipo verdiblanco haya mostrado desajustes en la zona central.

Si en los primeros días, Velázquez trabajó exclusivamente con un 4-4-2, ante el Elche compareció con un 4-2-3-1 que trataba de reforzar la zona central del mediocampo, aunque el resultado no fue positivo. La ausencia de Lorenzo Reyes por lesión y el hecho de que Xavi Torres aún no esté a tope son aspectos que preocupan al técnico, que también espera la incorporación de otro central que complete la zona defensiva.

Pese a que la primera idea es que el Betis sea un equipo protagonista, no ha acabado de desarrollar un fútbol fluido en el mediocampo, aunque la calidad de sus delanteros y también las apariciones de Vadillo y Dani Pacheco -más el puertorrealeño que el pizarreño- le otorgan un añadido de desequilibrio. El compromiso exhibido por Rubén Castro, tanto en los entrenamientos como en los partidos, aparece como una señal decisiva, a lo que se añade las variantes que han ofrecido jugadores como Jorge Molina, Rennella o Sergio.

Molinero, único fichaje 'titular'

Con seis caras nuevas ha desarrollado el Betis este primer tramo de la pretemporada y, hasta el momento, únicamente Molinero aparece como titular indiscutible. Dani Giménez ha llegado para realizarle la competencia a Adán, aunque por el momento deberá esperar una oportunidad; Bruno, que ha exhibido una gran fortaleza física, y Casado, que se ha destapado como goleador, también están un escalón por debajo de sus compañeros de zona; Dani Pacheco ha dejado entrever sus virtudes, golpeo de balón y verticalidad, pero también cierta falta de continuidad en el juego, un aspecto que deberá mejorar para ganarse la camiseta de titular; y Rennella, que ha exhibido su poderío físico para jugar de espaldas y su buen golpeo con la zurda, cuenta con la competencia de Rubén Castro y Jorge Molina, dos de los jugadores llamados a convertirse en referentes. Con una plantilla incompleta, como señaló el propio Velázquez, el Betis necesita que los refuerzos que lleguen en las próximas semanas otorguen un plus al equipo para mejorar los aspectos más deficientes que se han visto hasta el momento.

Sergio, canterano más destacado

Salvo Sergio, que sí ha dejado detalles que le podrían hacer ganarse un hueco en el equipo, el resto de canteranos que desplazó Velázquez a Murcia están llamados a desempeñar un rol secundario, aunque alguno como Isaac sí haya sorprendido al entrenador, que lo tendrá en cuenta como un posible recambio de urgencia en el lateral diestro. Pedro necesita continuar su formación en la portería, lo que debe pasar por su presencia en el filial; Caro está llamado a ser un opción de emergencia para el centro de la defensa o incluso el lateral diestro; Carlos García sí ha tenido minutos de calidad, aunque por ahora no entre en los planes principales del entrenador; De la Hoz, un recién llegado, tendrá su sitio en el filial; y el mencionado Sergio deberá seguir ganándose la confianza del entrenador durante lo que queda de pretemporada y antes de que se tome una decisión sobre su futuro. Un caso distinto es el de Eder Vilarchao, que ha reaparecido tras año y medio parado por su grave lesión en el tobillo, y que, en principio, saldrá cedido para que recupere ese ritmo de competición que necesita.

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