Ver a Éver Banega y a Deulofeu juntos colmaba de felicidad a José Castro y a Monchi. Se les notaba la cara de satisfacción. Han fichado a dos jugadores que prometen mucho fútbol, más allá de los sambenitos que desde ciertas tribunas les han colgado a ambos, y han logrado hacerse con los jugadores que anhelaban para culminar el nuevo proyecto. La respuesta de la afición corroboró esta apuesta. Un millar de hinchas los ovacionó cuando saltaron al césped. Ahí sacaron su mejor sonrisa y dejaron atrás el gesto torcido que tuvieron en algunos momentos de su comparecencia previa, por alguna que otra pregunta incómoda traída por esos recurrentes sambenitos. Han llegado a Nervión para relanzar sus respectivas carreras y tienen talento de sobra para ello. En sus manos está acallar el incómodo runrún que los persigue, cada uno a su estilo.

Deulofeu se encontró de golpe y porrazo con el primer escollo: ¿por qué lo descartó Luis Enrique? Lo dribló con rapidez, aunque dejó entrever cierta incomodidad: "Bueno, me ha sorprendido la decisión que tomó el míster, pero voy a disfrutar mucho este año, me quiero centrar en el Sevilla". El internacional español, que debutó con la absoluta precisamente en el Sánchez-Pizjuán, terció en positivo: "Estoy muy feliz de estar aquí, Luis Enrique me dijo que no tendría minutos, y desde el primer momento tuve en mi mente venir al Sevilla, es muy buen club, tengo muchas expectativas y ojalá podamos hacer un gran año juntos".

Más madera, su falta de trabajo defensivo... "Me puede faltar potenciar el aspecto defensivo, lo voy a trabajar, espero que sea mejor año que el pasado, que no estuvo mal, pero me faltó ese paso que dar, es un poquito más y espero poder hacerlo aquí". El talentoso extremo de 20 años sabe lo que se trae entre manos: "Es un año clave en mi carrera". Y se encuentra a gusto en Sevilla, algo que también ayuda: "La ciudad es muy bonita, la he visitado en varias ocasiones, hace calor, pero me encanta. Me gusta esta afición, espero gustarles y que estén contentos conmigo".

Monchi ya lo está. En segunda instancia, ha logrado que Deulofeu se enfunde la camiseta del Sevilla, algo que ya intentó sin éxito hace un año. "A Gerard lo venimos siguiendo de hace tiempo y ya lo quisimos fichar el año pasado, era uno de nuestros objetivos, pero fichó por el Everton y fue imposible. Se han dado las circunstancias y estamos muy contentos".

Éver Banega trae un reciente bagaje de rumores con él. La cara del argentino, por momentos, era un poema. Sus respuestas sobre las informaciones, procedentes de Valencia, que inciden en su irregularidad o su fama de díscolo eran abruptas, cortas. También cortó por lo sano. "Ya Valencia es pasado, agradezco todo lo vivido allí, pero ahora tengo que centrarme en mi nuevo club. En cuanto a los comentarios extradeportivos, estoy tranquilo, sólo vengo a trabajar". ¿Y qué hay de su presunta mala relación con Unai Emery? La respuesta estaba cantada: "Si no hubiera buena relación, no estaría aquí, no me habrían fichado. Con Emery se vio al mejor Valencia, mi relación con él fue bárbara y tengo muchas ganas de ponerme a su disposición".

Unai ha sido clave para su fichaje. Y Monchi también. Ambos consensuaron que era el jugador idóneo para dotar de fútbol y posesión al centro del campo sevillista. "Ha venido el que queríamos desde el minuto uno -reconoció el director deportivo-, hasta el punto de que cuando no pudimos traerlo, por lo que pedía el Valencia, a los agentes les dije que buscábamos un jugador del perfil de Banega". Monchi fue más allá. "Éver tiene tantas condiciones futbolísticas que creo que es el medio centro con más calidad que he fichado desde que soy director deportivo".  Emery quiere que sea su manijero, y eso conlleva una responsabilidad. "El Sevilla es un equipo grande, si se me la pidiera, tomaría esa responsabilidad de llevar la manija; lo voy a hacer, aunque juegan más compañeros. Tengo bastante personalidad y aceptaré el reto". Ya no está Rakitic, pero ver juntos a Banega y Deulofeu e imaginarlos con Denis Suárez, Gameiro, Reyes, Vitolo, Bacca... El Sevilla promete fútbol, y mucho.