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Un modelo marcado y sobrio

  • Solidez defensiva (es el segundo equipo menos goleado), intensidad y velocidad arriba son las pautas reconocibles de los equipos de Marcelino

Es la obra de un entrenador que pasó por el Sánchez-Pizjuán, donde no tuvo tiempo más que de esbozar su idea de juego en un inicio parecido al que ha firmado este año con el Villarreal. Luego los resultados no lo acompañaron y fue destituido.

El Villarreal que anda aguantando el pulso de la zona europea está hecho a imagen y semejanza de este técnico con un modelo de juego muy marcado. Un sistema defensivo fuerte y eficaz (es el segundo equipo menos goleado después del Barcelona con sólo siete tantos encajados) y un ataque versátil y rápido. Un equipo que rentabiliza muy bien sus goles, que tiene las ideas muy claras y que hace mucho daño a la contra con jugadores rápidos como Giovani, su musa en todos sus equipos (Racing, lo intentó en el Sevilla y en el Villarreal), Cheryshev o Uche. La guinda la pone la apuesta por la cantera con ejemplos como Moi Gómez o Adrián Marín.

sin balón

Con un centro del campo siempre bien posicionado y agresivo en la presión, la clave de los equipos de Marcelino es su alta intensidad. Una presión adelantada que requiere un esfuerzo físico importante, a veces cerca de los límites, y que busca desde arriba una mala salida de balón del rival desde su defensa.

El trabajo de dos pivotes como Bruno y Trigueros se antoja fundamental, pero también la coordinación de los movimientos de todo el equipo en un sistema defensivo eficaz basado en las ayudas constantes y en el compromiso colectivo. Coberturas y permutas muy bien automatizadas fruto de un trabajo realizado a conciencia que hace que las bajas no se noten demasiado. Por ejemplo, Musacchio es uno de los hombres fuertes de este equipo, una referencia desde atrás que lleva algunas semanas lesionado -tampoco podrá jugar hoy- y cuya ausencia no ha restado un ápice de fortaleza a la zaga. Centrales que no salen demasiado y laterales con talla que se ocupan más de defender que de proyectarse en ataque.

con balón

Como buen equipo que juega al contragolpe y que conoce sus virtudes, el Villarreal está cómodo trabajando mientras es el rival el que mantiene la posesión. Como una hormiguita, cierra espacios, tapa líneas de pase y espera su oportunidad. Y ahí se ampara en el dominio de balón de Jonathan o Cani, el hombre mejor dotado para el manejo de la pelota y la distribución, aunque hay partidos, sobre todo fuera de casa, en los que no es titular. Prefiere en determinados casos Marcelino otro hombre para la presión y el ataque de espacios, aspectos en los que sobresalen gente además muy certera en la definición: Giovani, Moi Gómez, Uche, Cheryshev... finalizaciones a un toque y a gran velocidad.

lo mejor

El modelo es claro, una gran solidez defensiva (de las mejores) y un ataque rápido en pocos toques.

lo peor

Le cuesta mandar en los partidos -aunque es verdad que no lo busca- y defender tan junto y algo atrás también a veces le trae malas consecuencias.

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