Pese a la derrota sufrida y al recibimiento hostil al que tuvo que hacer frente el Sevilla en su visita al Feyenoord, Unai Emery extrajo algunos aspectos positivos en su valoración del encuentro en rueda de prensa: "Sabíamos que éste era un partido difícil, porque todos nuestros rivales se han hecho fuertes en casa. Además, el Feyenoord ha mejorado respecto a su partido en Sevilla. En el primer tiempo no tuvimos opciones ofensivas, pero el equipo se plantó bien, fue madurando el partido y tuvo una buena actitud defensiva para no dar oportunidades al rival. Queríamos tener opciones y sacar algo de la parte ofensiva, pero el gol de ellos nos rompió la estructura. Si hubiéramos marcado habríamos encontrado la estabilidad que nos faltaba".

El entrenador del Sevilla insistió además en que el tanto de Mbia debió subir al marcador -"fue un gol legal que el árbitro anuló", dijo- y explicó que, con el 1-0, al conjunto nervionense no le quedó otra que "remar fuerte para encontrar el empate". "Pero la estructura defensiva nuestra se abrió y nos hicieron el segundo", reconoció. A partir de ahí, técnico y jugadores estuvieron "pendientes de lo que hacía el Rijeka y del goal average".

Con los números ya hechos, Emery recordó que el Sevilla ya no depende de sí mismo para ser primero de grupo: "Nos lo jugamos todo en el último partido, pero será en casa y allí tendremos que asentarnos. Hoy no se nos puede reprochar la actitud, pero es verdad que nos ha costado tirar hacia delante y no hemos conseguido lo que queríamos, que era llegar a la última jornada con los deberes hechos".

El remedio a esta racha, como ya repitiera en otras ocasiones, pasa por "trabajar y trabajar", ya que "hay algunos jugadores que necesitan adquirir más experiencia". "Nos queda seguir dando pasos a nivel colectivo e individual para romper esta racha", apuntó el de Fuenterrabía, ansioso de olvidar cuanto antes el revés sufrido en Rotterdam para centrarse en el partido de Liga frente al Granada.