Determinación, continuidad, paciencia, ritmo... Son conceptos que se usan y se sacan a colación cuando un equipo afronta un reto difícil. El del Sevilla ante el Espanyol lo es, porque es harto complicado hacerle dos goles a cualquier equipo de Primera División sin encajar ninguno. Por ello, Unai Emery unió a los anteriores un concepto que no se puede obviar entre tantas vibraciones y corazones en la boca. Las características del partido y del rival impelen a no dejarse llevar por la incercia eufórica de un estadio a reventar y no perder el orden. Aun así, el técnico sacó su lado más optimista y evidenció que tiene la misma ilusión que cualquier aficionado sevillista. 

"Estoy muy ilusionado, recojo la ilusión de cada persona que ha estado en la cola del Sánchez-Pizjuán -dijo en una frase afortunada-. Mi perspectiva optimista, que ojalá se cumpla, es de ver un gran partido. Y jugando un gran partido el Sevilla, con su afición y en su estadio, nos asegura mucho", añadió en ese tono de ánimo. 

El entrenador blanquirrojo, no obstante, es consciente de que remontar un 3-1 requerirá no ya épica, sino enjundia colectiva: "Necesitamos al Sevilla de los grandes momentos". Pero ya se imagina tanto el escenario como la mejor versión de su equipo y se pone en la situación ideal: "Hacer una noche de ilusión, con un final feliz". 

El reto es responder a las enormes expectativas que ha levantado el afán de remontada entre el sevillismo, que ha respondido a coro a su llamada a filas. "El hecho de que esté cerca de llenarse el campo es algo que nos tiene que ilusionar, nos tiene que generar fuerza, apelar a hacer un partido de 90 minutos con continuidad, sabiendo jugar con ese orden pero con esa determinación necesaria", dijo. 

Una de las claves será no perder el norte y saber a quién se enfrenta el Sevilla: "El Espanyol está en un gran momento, tiene grandes jugadores, un equipo que ha encontrado una estabilidad en su estructura importante. Espero a un Espanyol que se arme fuerte, con rápidas transiciones de ataque, con gente en el banquillo preparada para resolver el partido en una dirección u otra… Un gran Espanyol". Y por ello avisó: "Van a ser necesarios los 93 minutos, y también estar preparado para la posibilidad de jugar la prórroga, porque este equipo ha crecido mucho ante las adversidades, y queremos seguir dando pasos y haciendo pequeñas historias". 

Otro asunto es quiénes serán los protagonistas. El foco principal se lo lleva Krychowiak, ausente en el entrenamiento de este miércoles: "Es una lesión de tobillo importante, su evolución en horas va a determinar cuándo va a estar. Mañana tenemos el entrenamiento en el estadio, donde concretaremos el estado de cada uno. Veo difícil que pueda llegar, pero él es el que deja la puerta abierta y el médico dice que su evolución es muy importante y su capacidad de querer y aguantar (...). Queremos a los mejores, pero en las mejores condiciones". Si no juega, Emery tiene varias opciones que pasó a relatar. Hasta tres posibles acompañantes de Iborra refirió: Banega, Carriço y Coke, de quien destacó su aportación ante Almería y Granada: "Tuvo peor resultado en Cornellá, aunque lo achaco más al colectivo que a lo individual y es una variable más que tenemos en cuenta". 

Otro foco está en la portería. Tras muchas perífrasis sobre el rendimiento de Beto y Sergio Rico, Emery fue al grano, sin despejar la duda: "Mañana lo decidiremos por la mañana". O sea, no descartó romper la dinámica de que el canterano actúe en la Copa para que juegue Beto. 

Y otro asunto importante es si saldrá de partida con uno o dos delanteros. Dejó una clave para leer entre líneas entre múltiples explicaciones. "Ha habido más respuesta del 4-4-2 durante el transcurso del partido que desde el inicio, pero las circunstancias hacen que esté muy presente la idea de jugar con dos puntas, desde el inicio o durante el transcurso".