Pepe Mel repasó ayer la actualidad del Betis en el programa Intermedio, de Radio Marca, donde no garantizó su continuidad aun en caso de ascenso, como quedó prevista contractualmente. Con todo, sus mensajes fueron optimistas. "Estaría listo el beticismo si el entrenador lo ve mal; yo lo veo francamente bien, igual que en 2010, y estamos con los mismos puntos", aseguró.

Con todo, el partido ante el Mirandés ha calado hondo. "Nosotros nos metimos en Segunda y entre todos debemos deshacer este embrollo. Por eso cada señal que damos de no ganar es una pequeña duda que alimentamos, como el otro día, que no competimos y no me gustó, pero el mensaje es de optimismo y de que el equipo está preparado. Los últimos 30 puntos son decisivos. Y ahora llega el Valladolid, el rival directo nuestro más importante junto con la Unión Deportiva, y creo que todo va a cambiar", dijo Mel, que añadió: "Estamos ganando en casa y partidos importantes ante Sporting y Girona. Creo que llevamos el camino correcto y no hay que ponerse nervioso, porque es imposible en Segunda sacar diez puntos al segundo a estas alturas. Hay que llegar al final con una marcha más de velocidad y es para lo que estamos programando el Betis, para llegar bien a los diez últimos partidos".

Cuestionado sobre su fichaje por el Betis y su futuro, sembró alguna duda. "¿Presión? Toda, pero era mi obligación decir que sí al Betis en esta situación. Es la primera vez que tomo una decisión en la que no entra la razón, sólo el sentimiento, otra cosa es cuando el Betis ascienda a Primera y quedemos todos un poco liberados. Está estipulado seguir, pero hay que ver cómo respira el club...".

También abordó el caso de Rubén Castro. "Es una persona y tiene sentimientos y es normal que le afecte todo lo que está pasando, lo que no pensé es que nos afectaría a todos y no íbamos a ir a Miranda. ¿Los cánticos? No estoy de acuerdo con lo que cantaron, es una vergüenza, pero si se cierra el campo pagará mucha gente que no tiene nada que ver", apostilló.